Comenzamos el itinerario en Posada de Valdeón (930 m). Antes de llegar a la plaza y justo a la derecha del ayuntamiento, cogemos una calle que en dirección norte nos conduce hasta un puente por el que cruzamos el río Cares. Accedemos al camino de Bustio girando hacia la derecha en dirección norte, procurando no tomar ningún desvío hacia la izquierda. Un poco después de pasar Cordiñanes (860 m) hay que girar hacia la derecha para entrar en la carretera que nos acercara al mirador del Tombo (830 m).
        Tomamos el camino que parte del Tombo perdiendo altura rápidamente y cogemos de nuevo la carretera que pasa por la caseta de información del Parque, la majada de Sesanes. Un poco más adelante tomamos un camino a la derecha que baja hacia el Puente de Nuestra Señora que nos deja en la Casería (635 m), en donde se levanta la Ermita de Corona. Una vereda entre prados nos conduce a una pista más ancha por la que accedemos a la Majada la Peguera (600 m) y más adelante en Santijan. Cruzamos el río Cares por un puente que nos deja en la carretera. Por el Puente Grande entramos en Caín de Abajo (480 m)
        Desde Caín, siguiendo la orilla izquierda del río Chico llegamos al Puente Los Pinteros por el que cruzamos el río Cares, para darnos acceso al Puente de la Presa y los túneles excavados en la roca, que siempre rezuman agua. Pasamos la caseta de la Electra, la canal de Dobresengos, el Túnel de la Teja, Puente los Rebecos y llegamos al Puente Bolín (340 m).
        Sin llegar a pasar el Puente Bolín, justo en frente de los restos del viejo Puente de Trea, trepamos en el muro un corto trecho para acceder a un sendero que sube hacia la Canal de Recidroño. Antes de entrar en la canal, encontramos la Fuente Prieta (450 m) donde el sendero gira hacia el sur, cruza una pedrera y sigue tallado en la roca y bordea un espolón que recibe el nombre de La Tranvía. Pasamos la cueva de La Tranvía y llegamos a la Tarugada. Aquí tomamos el camino de la izquierda encajonándonos en una estrecha canal con pedreros y pequeños canales de tierra roja, hasta que llegamos a un paso aéreo, tallado en la roca, y que se llama Pardo de Cuesta Duja.
        Cruzamos horizontalmente por el borde inferior de Cuesta Duja (900 m) accediendo a un primer colladín a modo de terraza para continuar atravesando sin perder altura hasta la Collada del Cuebre (970 m), la cual marca la entrada a la Canal de la Ría. Descendemos algunos metros por esta profunda canal y atravesamos a la vertiente opuesta para dirigirnos a la entrada de una escondida canal que asciende en fuerte pendiente hasta un collado casi imperceptible, el Horcado Turonero (964 m).
        Desde este horcado divisamos las cabañas de La Quinta y el Pando Culiembro. Bajamos un poco hacia el pedrero de La Cuesta de Areños y giramos a la derecha para entrar en la Canal de la Piedra Bellida, angosta y con mucha pendiente. Un poco más arriba se bifurca. Tomamos el ramal de la izquierda que va ensanchando y es prácticamente un canchal y por el que salimos al Collado de Cerredo (1454 m). Por encima del Monte Llué y caminado hacia el este, llegamos a la Majada de Amuesa.
        En esta Majada donde tenemos fuente con agua, cogemos la Canal de Amuesa en dirección este, pasando por los Llanos del Torno -que también tiene fuente- y entramos en el Barrio del Castillo (712 m) o Bulnes de Arriba. En las primeras casas del barrio sale a nuestra izquierda un camino en dirección norte que nos conduce al sendero que baja hasta el Puente de la Jaya (220 m) y Puente Poncebos (218 m).
        Desde el Barrio el Castillo también podemos acercarnos al Pueblo de Bulnes y tomar una cerveza en el bar. Tomamos la pista que va hasta el apeadero del funicular y por el sendero bajamos al Puente la Jaya.
        En el caso de tener que volver a Caín, volveríamos por la ruta habitual del Cares, tomando en Puente Jaya el ramal que por la orilla del río nos conduce en fuerte subida hasta el sendero del canal que nos llevara de vuelta hasta el Pueblo de Caín (480m.) (es aconsejable esta opción, siempre y cuando esté permitido, ya que el desnivel a salvar es menor que por la ruta habitual).