Se
encuentra situado en la montaña central leonesa, separando las
cuencas fluviales de Curueño y Porma. Sus cumbres, aunque no superan
los 1800 metros de altitud, ofrecen al que asciende a ellas unas
vistas espectaculares, y si no se abandona el cordal, unos
portentosos pasos aéreos.
La ruta
comienza en el pueblo de Arintero, donde se ubica la famosa
“leyenda de La Dama de Arinteros” situada en el último cuarto
del siglo XV. En la fachada de la casa reconstruida del conde
García, padre de doña Juana de Arinteros, protagonista de dicha
leyenda o historia, podemos ver un escudo en el que se lee: “Si
queréis saber quién es este valiente guerrero, quitad las armas y
veréis ser la dama de Arinteros. Conoced los de Arinteros vuestra
dama tan hermosa, pues que como caballero fue con su Rey valerosa.”
Una vez cruzado el pueblo en dirección oeste, tomaremos
la pista que se dirige a Tolibia de Arriba, Camino de Valdemaría,
dirección norte. Ésta va ascendiendo ligeramente hasta alcanzar el
collado Gatena, lugar donde la abandonamos por la loma de la
derecha y siguiendo una alambrada conectaremos con el Camino de
Ruscayo para seguir ascendiendo y alcanzar el Collado de
Valdemaría. Aquí comienza el Cordal de la Dama de Arinteros.
Dejamos el camino tomando dirección sureste para
alcanzar la primera cumbre, Pico Socellerón (1643 m). A
partir de aquí y hasta llegar a la base de La Forqueta, es un
continuo sube-baja por rocas más o menos estables pero sin grandes
desniveles, que nos lleva hasta una canal que nos situará en la
arista, dirigiéndonos
a continuación a cima norte de La Forqueta (1725 m), punto
más elevado del cordal. El técnico descenso lo realizaremos por otra
canal algo más complicada y enredada, que tras una corta travesía
nos deja en el collado de La Forqueta (1627 m) (Que nos
recuerda a la Brecha de Roldán en Pirineos o la cercana Puerta del
Faro en Vegarda). Ahora nos toca
hacer otro esfuerzo para superar el
desnivel que nos separa de la cima sur de La Forqueta (1709
m) previa a la cumbre de Peña Forcada (1721 m). El recorrido
continúa con sus ‘sube y baja’ hasta alcanzar la última cota (1649
m).
Pudiendo siempre bajar antes (primero al Noroeste y
luego al Suroeste), en este lugar abandonaríamos el cordal
descendiendo a la derecha hacia la pradería del collado (1493 m)
antes del Pico Gudín. En este collado podemos empezar también el
descenso hacia el arroyo de Valdehuesa teniendo cuidado de coger la
canal Sur, más a la derecha, que nos mete en la ladera donde ya
tenemos una visión clara del valle.
Nosotros continuamos el ascenso al Oeste al Pico
Gudín (1546 m) para bajar por una marcada senda blanca de su
ladera sur a la Collada de Arintero (1441 m).
En este collado, donde encontramos hitos de la
ascensión desde Arintero por el valle de Villarías, son
sorprendentes los restos del fortín, parapetos y trincheras con sus
abrigos (excavaciones o fortificaciones para dormir) del sistema
defensivo republicano de Asturias y León.
Continuaremos subiendo hacia la última cota de la
ruta, Peñabueno, para lo que seguiremos la cresta al lado de la
separación de términos municipales, alambrada que habrá que cruzar
más de una vez, siguiendo regueros blancos entre la vegetación que
nos dificulta el paso para llegar a una collada desde donde nos
trazamos la ruta visual de ascenso.
Tenemos la posibilidad de subir por una garganta que se
abre paso a la izquierda, pero elegimos hacerlo por la ladera
herbosa al otro lado de la alambrada, a la derecha de la cumbre de
Peñabueno (1645 m). Una vez disfrutado de las panorámicas que
nos ofrece iniciamos el definitivo descenso:
Nos dirigimos al Suroeste para alcanzar el último
collado (1567 m), donde iremos por la ladera Sur de Peñabueno,
evitando la vegetación para alcanzar el comienzo de una pista
forestal que estamos viendo por la margen derecha de un arroyo que
se denomina con el mismo nombre de la población donde concluye esta
ruta,
Valdehuesa,
una vez encontrado el PRC-LE 59 que rodea Peña de la Arbellosa con
salida y destino en esta localidad. |