José Antonio Bardasco -recorrepicos.com-
 POZO CURAVACAS   (Vidrieros-Pineda)

      (Ruta ciclable al 90%)
 

       El ascenso al Pozo del Curavacas se hace a través de una senda montana dejando a la izquierda lo que se conoce como “Los Escalones”.  Se trata de una zona de abrasión de la lengua glaciar que ha sido erosionada por el agua, dando lugar a múltiples cascadas que tienen forma de escaleras.
     El pozo del Curavacas es el punto cumbre de este recorrido, de 1800 metros de altitud. Se sitúa en la parte central de un circo glaciar de grandes dimensiones, siendo el testigo mudo de aquellos tiempos de frío glaciar.

     La ruta sale de Vidrieros, caserío arropado por el Curavacas (2520 m.) donde es impresionante verle y hasta sentirle, y al que no vamos a subir en esta ocasión, sino que le vamos a rodear por una pista que remonta el valle por el que baja el río Carrión: Valle Pineda. Se trata de un recorrido cuya dificultad es su larga distancia, pero atractiva por el espectacular paraje en los límites de Palencia y La Liébana (Cantabria).
     En Vidrieros (1326 m.), puerta del Valle Pineda, partimos del aparcamiento dirección SE. La pista nos lleva en apenas 2 km. al Refugio de los Pescadores, dejando atrás varias edificaciones. Vamos a la izquierda de una pasarela sobre el río, que no cogemos y seguiremos en leve ascensión hasta el Puente Pucherín después de casi 5 km. de la salida. (Poco antes del puente, a la derecha, bordeando la valla de una edificación dentro de un prado, tenemos el pozo Pucherín, donde se suele ver gente dándose un baño en el buen tiempo.)
     Pasaremos 300 m. más adelante el puente sobre el arroyo Valcerezo. Aquí tenemos unos cruces críticos donde hay que prestar atención: a  nuestra derecha sale una pista dirección Santibáñez de Resoba, que no cogemos ni tampoco la de la misma mano sale a otros 300 m. más arriba. Nosotros volvemos a bajar el camino de Pineda que vuelve al valle cambiando de orientación, para ascender suave en dirección norte hasta Santa Marina, donde el Carrión recibe las aguas del arroyo Arauz.
     Tras vadear varias veces el río, caminamos ahora hacia el noroeste por la Vega de Correcaballos, alejándonos del cauce. Volveremos a acercarnos al río en el Estrecho, donde el valle se encoge entre las laderas del Lezna y el Curavacas. Llegamos a la Vega de los Cantos, al pie del conglomerado verdinegro del ‘coloso’ por su cara norte.
     Al final de la explanada de Vega los Cantos, el Carrión recibe por nuestra izquierda al arroyo del Ves (Escaleras del Ves) en abundantes cascadas. Un sendero asciende por la orilla del arroyo entre las cascadas hasta el mismo Pozo de Curavacas. También podemos llegar continuando por la pista un fuerte repecho, que cruza algo mas arriba del río Carrión, al que dejamos para llegar a este lago glaciar del que existen misteriosas leyendas.
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 Leyenda del Pozo Curavacas  Hay varias, entre ellas, ésta que coincide con leyendas de otras lagunas donde también se remueven en el agua las serpientes que vienen del mar:

     A un carretero de Llánaves le sorprendió una nevada que casi sepultó el carro con los animales su carga y hasta a su hijo pequeño que con él iba. Entonces se fue él solo a pedir ayuda a un pueblo vecino. Pero se perdió por la tormenta y después de mucho andar se encontró junto al Pozo, de donde salían bramidos que se oían en Pineda, Vidrieros, Triollo, La Lastra, Cardaño.
     Entonces las aguas se revolvieron violentas y en el centro de ellas salían las entrañas de algún pecador. Apareció la cabeza de una serpiente coleteando y silbando.  El carretero, aterrorizado, se encomendó a San Lorenzo, prometiéndole diez libras de ceras si le libraba de tal calamidad.
     Cuando consiguió llegar a Careaño encontró a su hijo sano, al que San Lorenzo había llevado allí milagrosamente y éste le dijo: “Di a los de Lláneves que, de ahora para siempre, han de dar a los de Cardaño diez libras de cera para que se libren de todos males que puedan causarles el alma en pena del Pozo Curavacas. Desde ahora para siempre”.

* También otra cuenta de una aventura entre un moro y una cristiana, que como no podía ser de otra manera aquél terminó "convirtiéndose".
* De todos modos, la que más parece acercarse a la realidad, según mi opinión, es la que cuenta según ocurrió un día, sólo las vacas que bebieron de este agua sobrevivieron a una enfermedad que afectaba al ganado que por allí pastaba.

 

Información adicional:
* Guardo - Vidrieros: 40,8 km. en 47 minutos.
- Vidrieros - Escaleras del Curavacas: 18 km
- Valle de Pineda y Pozo Curavacas: 20 kilómetros (ida). Ida y vuelta andando: 11 a 12 horas
- 2 horas en bici de Triollo a las Escaleras // 1 hora y media la vuelta.

Ver rutas:
- Lagunas de Fuentes Carrionas
- Tenadas de Resoba de Vidrieros a Resoba
- Ascensiones al Curavacas
- Bistruey
- Lezna
- Carazo y Horca de Lores
- etc.
  

  Mapas -Topográfico Nacional-: Montaña Palentina 1:50.000; Ruesga (106-IV) y Polentinos (106-II)
  Ruta realizada el  ...

 

mapas de la ruta


 


perfil de la ruta

track y waypoints

Fotos
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Autor: José Antonio Bardasco (bardasco@hotmail.com)