Desde la Carretera Local LLN-17 en dirección a Garaña,
cogemos el cruce que se dirige a Villanueva de Pría. Una vez en el pueblo nos
dirigimos en dirección NE por una pista para usos agrícolas hacia la playa de
Villanueva. Al lado izdo. de la pista y justo donde se indica la dirección para
ir a la playa, parte un sendero entre tojos que la bordea, dirigiéndose hacia
los acantilados de la costa. Continuamos por un sendero al borde del acantilado
en dirección W (Aunque a veces aparezcan indicaciones de sendero de corto
recorrido prestaremos mucha atención porque éste suele desaparecer entre los
tojos y la hierba).
Encontrando los primeros bufones y pasando por el Pozo de las Grallas, laguna interior comunicada con el mar por medio de una galería,
continuamos en dirección NW hacia el lugar conocido como el Bramadoriu de
Llames, debido a los bufones existentes que con el temporal en el mar retumban y
resoplan semejando un gigantesco leviatán (monstruo marino).
Los Bufones son "tuberías" en los acantilados calizos con
dos entradas, una a pie de mar y la otra en la parte superior. Con mar agitada y
marea alta las olas golpean la entrada proyectando el agua a través del conducto
y creando un espectacular chorro de agua pulverizada en la parte superior. Los
Bufones de Pría son Monumento Natural.
Tomamos dirección suroeste para bordear la Playa de Guadamía,
en la que desemboca el río del mismo nombre convirtiendo el largo brazo de arena
en una playa casi fluvial. Podemos acercanos hasta Llames y degustar el queso
artesanal elaborado en el mismo pueblo.
Bajamos hasta la playa por una pista hormigonada que pasa
justo al lado del bar, y la cruzamos. Justo enfrente comienza un sendero que
comunica con la pista asfaltada que en dirección N se dirige a la zona de recreo
de Llames. En este punto comienza el Concejo de Ribadesella. Si la marea está
alta seguimos bordeando hasta encontrar un lugar cómodo para pasar.
Desde la zona de recreo y justo al lado del cartel que la
anuncia, tomamos una al W que termina en los acantilados. Volvemos a buscar un
sendero que se pierde con frecuencia. Pasamos por unos prados para acceder de
nuevo al acantilado costero cerca de los islotes de Palo Verde y Palo Pequeño y
llegar al lugar conocido como el Infierno, en el que se encuentran las playas de Tomason y de Arra. A esta última podemos bajar si nos apetece. Aquí y junto a
una casa, cogemos una pista de hormigón en dirección SW, encontrándonos un poco
más adelante con el Camino de Santiago (que procedente de Francia recorre las
Vascongadas, Cantabria y Asturias, entrando a Galicia por Ribadeo, para unirse
al camino Francés en Arzúa, muy cerca de Santiago de Compostela).
Pasamos por el Caserío de la Espina, y a unos 300 m.,
cruzando las vías del ferrocarril de vía estrecha, una señal del Camino de
Santiago nos indica la salida hacia la carretera AS-263 que tomamos a la derecha
en dirección W. Unos 500 m. más adelante otra señal del Camino nos hace dejar
esta carretera para bajar por un sendero de tierra hacia el campo de fútbol de
Ribadesella, donde tomamos una pista asfaltada que le bordea y que nos conduce
de nuevo a la AS-263, justo a la entrada de la ciudad. Hay un cruce a la derecha
que no tomamos, seguimos de frente, cuesta arriba, por el antiguo y pintoresco
barrio del Portiellu.
Seguimos por el Camino bien señalizado y descendemos
lentamente por una vieja y estrecha calle hacia el casco urbano de la villa,
accediendo a la Plaza Reina María Cristina por unos escalones de piedra.
Podemos visitar la Cueva de
Tito Bustillo y el aula didáctica de Tito Bustillo, la
Cuevota de Ardines.
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