Las
majadas son una especie de pueblos en miniatura, habitados
temporalmente (verano-otoño), donde la principal actividad gira en
torno a la ganadería (vacas, cabras, ovejas) y a la elaboración de
quesos artesanales.
El Macizo Occidental de Picos de Europa (Cornión)
abre en su centro un conjunto lacustre de incomparable belleza. Son
los Lagos de Covadonga: el Enol y La Ercina. Desde antiguo se ha
desarrollado una intensa actividad humana que ha ido desde el
tradicional uso ganadero, con los importantes asentamientos
pastoriles, a la explotación, finalizada en los años 70 del siglo
pasado, de las minas de Buferrera, hasta el actual flujo de
turistas.
A finales del siglo XIX se encontraron algunos
filones metalíferos. Buferrera fue desde entonces y hasta mediados
del pasado siglo XX una de las minas más activas de los Picos de
Europa. La mina, administrada por los ingleses, presentaba unas
condiciones duras de trabajo, sobre todo en los meses de invierno.
El mineral extraído principalmente fue hierro y manganeso. Se
llevaba hasta Comeya, donde era lavado. Luego se transportaba hasta
Covadonga y de allí en un pequeño tren especial hasta Ribadesella,
desde donde se distribuía en barco.
Partimos
del Lago La Ercina (1100 m) en dirección Noreste,
directamente por las praderías hasta alcanzar la Majada La Lomba
(1185 m), lugar en el que se encuentra la fuente de la Texa
(1150 m). Siguiendo en la misma dirección nos encontramos una pista
que nos conducirá a la Majada de Belbín (1046 m). En esta
majada las cabañas están perfectamente rehabilitadas y en ellas se
elabora y madura el queso “Gamonedo” en su variedad de “Gamoneu del
puertu”. [Otra opción, es tomar la pista que sale del aparcamiento y
que nos conduce directamente a Belbín, siendo un poco más larga y
desde la cual no se puede contemplar la Mina de la Buferrera ni el
Lago La Ercina].
Desde Belbín
tomamos dirección norte por una pista abandonada para rodear una
marcada loma “Morrera de la Llomba”, por la que a escasos 200
m. giramos en dirección este, adentrándonos en el sendero de largo
recorrido GR-203 o “Ruta de la Reconquista” [Cuentan las
malas lenguas que por aquí huyeron los árabes derrotados en la
Batalla de Covadonga]. En este tramo, el sendero se
encuentra plagado de marcas rojas y blancas para evitar perderse con
las abundantes nieblas que suele haber por esta zona.
Atravesamos la Riega de los Reguerotes, que nos da acceso al
Valle La Güelga, por el que ascendemos hasta la Majada de Arnaedo
(1270 m.). Seguimos en dirección Noreste para subir al
Collado de Sierra Buena (1400 m), máxima altitud del recorrido.
Descendemos desde el collado, siempre en dirección Noreste, pasando
por el Pozo los Texos (1282 m) [una sima de entrada
espectacular pero de escaso interés espeleológico dada su poca
profundidad]. Entramos en la Vega Maor (1218 m) y después
de un primer grupo de cabañas y tras un cerro que ocupa el centro de
la vega, otro pequeño grupo de estas típicas construcciones.
Atravesaremos la Vega de los Corros (1218 m) hasta alcanzar
un collado por el que accedemos al Valle la Texa y la
Majada de Ostón (1020 m). El emplazamiento de este popular
poblado de pastores constituye un extraordinario balcón desde el que
se obtiene unas buenas vistas de la Garganta del Cares. Si superamos
los pocos metros que nos separan de La Peña (1061m), cumbre próxima
que se adelanta hacia la garganta, la panorámica es todavía mejor.
Tomamos la Canal de Culiembro descendiendo
vertiginosamente en cortos zigzag y pasando cerca de una gran cueva
usada desde antiguo para albergar ganado, “El Posadoiro”.
Pasamos primero por una fuente con abrevadero “Fuente Gonzomera”
y después a la Majada de Culiembro (250 m). En otro tiempo
importante cruce de caminos, allí existió una pequeña ermita, San
Julián de Culiembro. Esta ermita o lo que quedaba de ella, terminó
por desaparecer durante las obras del Canal del Riesgo,
conservándose aún en buen estado una pequeña cabaña a la sombra de
unos nogales.
Giramos a nuestra derecha y entramos en la llamada
Garganta Divina. Durante el siglo XX (1916 - 1921) se
excavó y construyó la canalización del río Cares, que alimenta la
Central Hidroeléctrica de Camarmeña - Poncebos. Lo que se hizo fue
abrir la roca caliza para dar acceso a los trabajadores de la obra.
En un principio esta senda solamente servía para llevar productos
agrícolas entre Caín y Poncebos. Posteriormente, en la década de
1950, se mejoró el camino para garantizar un senderismo sin riesgos.
Pasamos por debajo de las canales de Texa y Saigu y
subimos la cuesta de los Collados para descender hasta
Poncebos, donde nos estará esperando el autocar. Si no queremos
subir los Collados, justo al inicio de la subida, sale un sendero
que desciende en zigzag hacia el río Cares (Hay que tener
cuidado con la caída de piedras). |