Desde el pueblo de Lebeña (200m) en el que destaca la iglesia Mozárabe
de Santa María (siglo X), de
estilo prerrománico y junto a ella un viejo tejo, posiblemente contemporáneo
del edificio, comenzamos a caminar por la carretera (CM-22/11) que después
de 1 Km. y varias curvas, nos deja en el pueblo de Allende (300m).
Salimos
por una calle siempre buscando el macizo de Agero (Ojo con no tomar el sendero
Lebaniego, que nos conduciría hasta Santo Toribio). Para ello podemos mirar
hacia el cielo, no buscando la iluminación divina, sino el tendido eléctrico
que nos conducirá por una pista hormigonada hasta una portillera para el
ganado. Desde este punto se convierte en una pista de tierra en buen estado por
la que subimos, tomando como referencia el macizo.
Por cualquiera de los cruces
que salen hacia la derecha podríamos subir hacia el Collado. Nosotros cogeremos el segundo cruce que nos llevara por una buena
pista hasta una finca de recreo bien conservada (700m.). Un poco más arriba
encontraríamos una cabaña
acondicionada como refugio de los escaladores que frecuentan la Escuela de
Escalada de Agero. Seguimos por la pista que poco a poco se va convirtiendo en
un sendero que nos conduce directamente a la canal del Agero,
que resguardada entre paredes calizas va zigzagueando por toda la canal hasta salir por la collada de
Agero (900m.).
Justo encima nuestro se encontraría el Cueto Agero (1026m),
impresionante balcón de esta escuela de escalada cántabra. A nuestras
espaldas, una excelente panorámica
del pueblo de Allende y el desfiladero de La Hermida y justo enfrente, un
invernal para el ganado y la vega de Agero -una redondeada pradera con agua
para el ganado y al abrigo de un reducido bosque-.
Desde la Collada atravesamos toda la vega hacia el noreste y justo, en la
última cabaña, buscamos un mal sendero que nos conduce hasta la majada de Los
Olmos (750m). Pasada la majada nos encontramos con unas buenas vistas de los
pueblos que se encuentran al otro lado del desfiladero en la carretera que va
hacia Puente Nansa, como: La Hermida barrio del Castillo (280m), Navedo (400m),
Roza (510m) y Linares (525m) con su esbelta torre medieval.
A partir de esta majada hay que rastrear las huellas de Capra Hircus
(cabra común). Este hipotético sendero que discurre a media ladera, colgado
sobre el cauce del río Deva (desfiladero de La Hermida), y sólo visible por
las llambrias manchadas de tierra al paso del ganado, nos conduce directamente a
la Cueva Ciloña (746m). Esta cueva que apenas tiene profundidad, es un
importante refugio de cabras dada su gigantesca boca. En la zona más oscura de
su interior se forman dos o tres pozas de buen agua.
Partimos de
la cueva bordeando por la derecha el canto que la cierra y tomamos el sendero de
La Escontrilla, que atraviesa a
gran altura por la ladera izquierda del Desfiladero de La Hermida. Las
especiales condiciones climáticas de este desfiladero favorecen el crecimiento
de las encinas; entre ellas algún espino y escasos ejemplares de madroños.
Una línea de postes de la luz tumbados y carcomidos, acompaña la vereda
que se va abriendo camino entre espinos y maleza para conducirnos a la
majada de los Mollares (430m), en la que se conserva una caseta en buen estado y
desde la que partiendo un sendero que en vertiginoso descenso por la canal de
Pebe, nos conduce a la carretera CM-22/03.
Salimos
en el paraje conocido como los Mollares (300m), zona donde la carretera pierde
su ímpetu y que da acceso al desfiladero del río Corvera, una profunda
garganta que la carretera atraviesa en
llano a gran altura sobre el cauce del río. Por esta carretera descendemos
hasta el pueblo de La Hermida (120 m). |