E
X P E R
I E N C
I A S 2012
Club de Montaña Peña Torquilla

Aquí
os
ponemos
algunas
de
actividades
que
hemos
realizado.
Si
queréis
saber los itinerarios seguidas
de éstos
y otros
más,
tenéis
que
ir
a
la
página
de
Rutas
y si queréis fotos, pues eso:
Fotografías
Barniedo-Pico
Murcia-Cardaño (29.01.12)
☞
Guías Raúl Macho y Javier Rodríguez / Participaron
15 personas (13 socios)
La primera salida
del club de este año, por lo que como si de una excursión de colegio se
tratara tuvimos que estar toda la semana colgados del teléfono
contestando a las llamadas: si se iba, si no se iba, si era peligroso,
si había nieve... La verdad es que no había nevado durante todo el
invierno, así es que la perspectiva era encontrar sólo alguna placa de
hielo. A las 10:00 llegamos a Barniedo y nos encontramos una cacería,
por lo que tuvimos que desplazarnos hasta Llánaves de la Reina para
empezar por el Valle Lechada. De allí ascendimos a Peñas Malas-Caburdias-Murcia,
comiendo después en la Cerezuela.
Para estar en enero, el paisaje de cumbres peladas era
desolador. Sin embargo algunos sí probaron los crampones aprovechando la
poca nieve helada que había y les pudo servir para soltar adrenalina. La
bajada a Cardaño se tardó demasiado por el escobal.
Fuimos en los coches particulares de Visi, Jose P y Jose B,
que darían la vuelta a recoger a los demás en Cardaño. Pastelero fue a
buscarles por el cresterío para acompañarles el resto de la jornada y
Bardasco por el valle Valcabe, donde se encontró con Pedro que se bajó
en el Collado de Peñas Caburdias.
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Peña Labra Invernal y
Peña Abismo - Ribero Pintado (12.02.12)
☞
Guías: José Antonio Bardasco, José María Monge y Javier Rodríguez / Participaron
20 personas (18 socios)
Se presentaba mal el día. Era todo blanco en nuestro horizonte y ni
siquiera sabíamos si podríamos progresar en la carretera pues estaba
bastante cubierta. Sin embargo acababa de pasar el quitanieves y pudimos
continuar hasta el puerto para comenzar las rutas.
A Peña Labra fueron once y sólo subieron esta cumbre, no el
cordal como querían, ya que todos coincidieron en que fue un día muy
desagradable, de viento y de muchísimo frío. Harta de los crampones, a
‘la Angelines’ no le acababan de asentar, porque eran nuevos, lo que
retrasó mucho a los demás. Carmelo destacó a Javi, el guía, que con la
niebla y la nieve les bajó perfectamente, derechos, al refugio...
A Peña Abismo fueron otros ocho con José Antonio Bardasco:
Maite, Carmelo Hompa, Antonio Juárez, José María, Óscar, Carlos de la
Gala, Pedro Herrero y Rita. Durante todo el día reinó siempre un buen
humor, llamándose unos a otros “aberronchos” (algo así como “ser
despreciable”), palabra puesta de moda en estos días por el cómico José
Mota. Sólo hicieron cumbre Jose Mari y Carmelo, pues estaba helado y los
demás no llevaban crampones. Hacía mucho viento y era peligroso
Jose Mari escribió: “Fue mi primera vez que salía con el
Club y la verdad que me quedé con muy buen sabor de boca, salvo por lo
que comentaste del jeta del paisano ése, que de verdad espero que se
solucione y le pongan a cada uno en su sitio. Un abrazo” (Hace
alusión a los comentarios que tuvimos sobre un personaje que se nos ha
colado como socio para poder federarse y no hace más que poner pegas a
nivel económico, crear discordia y desconcierto... No entiende que esto
es un club, que las rutas las subvenciona el club, perdiendo en cada una
más de 100 €, pues los socios participantes sólo están pagando ahora 11
€. Y eso, a los que ponemos tanto esfuerzo en que todo salga bien, en
que la gente participe, nos hace pensar si realmente merece dedicar
nuestro tiempo y dinero a semejantes miserables.)
A las 16:00 h nos juntamos todos en el Ribero Pintado
(en este caso “Ribero Blanco”) para llegar al aparcamiento a las 17:00
h., una h. más tarde de lo quedado con Raúl, el conductor que nos
llevaría plácidamente de vuelta a Guardo.
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San Glorio - Peña Prieta
- Cardaño (18.03.12)
☞
Guías: José María Monge y Javier Rodríguez / Participaron
21 personas (12 socios)
El día que peor ha
hecho hasta ahora: nieve, granizo, ventisca... de continuo. Había gente que se
estrenó con el club ¡Vaya experiencia más dura! Aunque tiraron bien...
Esperemos que vuelvan los Joseba, Elena, etc. a pesar del embolado en
que les metimos. A Peña Prieta sólo subieron Javi, Cucharto, Tuquines....
Los demás, de Tres Provincias ya bajaron a las Lomas. Comieron en el
Lago de las Lomas. Paste y Javi se atrevieron a pasar el lago de lado a
lado, pues estaba helado y con nieve -que lo hace más “siniestro” ya que
no se ve el hielo-.
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Peña Lampa (15.04.12)
☞
Guías: Morti, Javi Fonta y Jose Paste / Participaron
11 socios
Salieron a las
9:15 del Minero con Morti de guía, ayudado por Javi y Paste, ya que
Raúl, el otro guía, se había puesto malucho días antes.
Un día perfecto para una invernal, aunque no figuraba así en
el calendario ya que era mediados de abril. Al principio fue casi
siempre niebla, y no paró de nevar prácticamente en todo el día, aunque
la temperatura ha sido buena, entre 2 y 6 grados.
Jose B fue por Velilla, directamente por la ruta de Cova
Nostra a la cumbre y seguir la cresta, por si necesitaba hacer apoyo. Se
encontró con ellos a las 13:26 h. y a las 13:50 ya estábamos todos en la
cumbre. Asun había bajado antes al valle sin encarar la subida a la
roca, metiéndose hasta la cintura a veces en el collado de los Senderos.
Después bajamos hasta los dos hitos grandes de la precumbre,
donde Bardasco se dio cuenta que había perdido un walkie y tuvo que
subir otra vez a buscarlo, encontrándolo en el vértice geodésico.
Mientras, los demás siguieron a la visita de Cova Nostra,
donde pudieron apreciar parte de las formaciones de esta cueva.
A las 16:45 tomamos un refrigerio en el Stop en Velilla para
seguir andando casi otra hora hasta Guardo. Javi, Paste, Begoña y
Angelines tardaron un poco más ya que fueron a ver un rato la Feria de
Caza, Pesca y Medio Ambiente que terminaba este día.
Hemos visto tejos, sabinas y corzos y alguno como Mari no
había hecho nada parecido y quiere apuntarse a las invernales cuando las
hagamos... ¿Tendrá que esperar al próximo año?
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Valdenievas y Curavacas
(29.04.12)
☞
Guías: Javi Fonta, Jose Pastelero y Jose Bardasco / Participaron
7 socios
Llevábamos unas
semanas con una climatología adversa, así es que no se apuntó la gente.
Los que fuimos decidimos cambiar un poco la ruta, y dejar la prevista
para otro año, ya que hacía muy malo: nevaba y había niebla.
Javi, Paste, Cuchareto y Tuquines intentaron subir al
Curavacas por el Callejo Grande, y con las vueltas que dieron por la
niebla, ya que no encontraban bien la canal, es como que hubieran subido
dos veces -como dice Carmelo-. La verdad es que, visto el track después,
se quedaron a 150 m, llegando hasta el Diente del Oso, donde desistieron
y bajaron al Resollar a comer en el refugio.
Carmelo, Rafa, con Josea B, salimos de Vidrieros por el
Camino Valdenievas, al Sur del Curavacas que nos vigilaba y teniendo de
frente, como referencia, la mole de las Canchas de Ojeda. La intención
era la de coger el cordal del Corcal. Tuvimos un tiempo mucho mejor que
los de arriba, aunque teníamos que adivinar también nuestro progreso a
veces por la nieve y la niebla. Rafa con lo poco que se veía a veces
decía “Ahí arriba no hay más que peñas”. A la una del mediodía
llegamos al Alto Prieto, a la izquierda de Ramacedo y de Canchas de
Ojeda, con una panorámica fabulosa del valle de Cardaño de Arriba y sus
montes, así como los riscos del Valle de Mazobres. Fue cuando
contactamos con los otros, que todavía andaban buscando la cumbre del
Curavacas.
Como Rafa quería bajar esquiando, tomamos la decisión más
escabrosa: la de dejar la pista y coger un cortafuegos a la izda, hacia
el valle. Pero tampoco pudo esquiar ya que había muchas piedras. El
cortafuegos acabó pronto en un arroyo donde comimos y donde vimos una
senda de ganado que Bardasco se aventuró a coger en vez de bajar por el
tupido arroyo, y que nos bajó entre el escobal sin mayores problemas a
la pista donde nos encontramos con el resto del grupo. Llegamos todos
juntos a las 14:50, donde nos esperaba un rico café en el bar de
Vidrieros.
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Castrojeriz - Carrión, Camino de
Santiago MTB (13.05.2012)
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Guías: Javi Fonta y Josea Bardasco / Participaron
20 personas (12 socios)
Después de las
salidas que hemos tenido a lo largo del año, todas con mal tiempo, ésta
ha sido en el día perfecto para hacer bici: primaveral, soleado sin
agobiar y con una ligera brisa, unido a la verde humedad que en esta
época irradian los terrenos de Tierra de Campos.
Después de haber cargado las bicis salimos de Guardo a las
8:20, recogiendo a Vicky en Saldaña. Como estaba previsto, empezamos la
faena ciclista a las 10:00 h. y siempre hemos ido algo por delante del
horario previsto “por la organización” por lo que no tuvimos esos
momentos de agobios y prisas. A las 11:50 estábamos en Boadilla del
Camino, con la correspondiente sesión de fotos en la iglesia, rollo de
justicia y albergue, todo junto.
En Frómista entramos a ver Vestigia catorce más Juli y Javi
que llevaban el coche de apoyo. Las proyecciones, que duraron 30', no
cumplieron la expectativa que teníamos ni rentabilizó los dos euros que
nos costó a cada uno. A Carmelo le pilló el guía intentando filmar, con
la correspondiente llamada de atención. Luego, una vuelta por la
plaza de San Martín y otra vez a pedalear.
Eran casi las dos de la tarde cuando Pedro se cayó por culpa
de esos cientos de ridículos y ostentosos pivotes que han colocado a
ambos lados de la pista para que no haya tráfico de vehículos. Todos nos
asustamos, pálidos... René, haciendo honor al nombre de un
fisioterapeuta, le reanimó... Y Carmelo Hompa, a lo suyo: que pidiera la
baja el día siguiente, que había sido un accidente laboral.
A las 14:40 llegamos al paraje de Ntra. Sra. del Río,
momento para la comida, que se prolongó por cincuenta minutos. Después
salimos para Villalcázar de Sirga al café y nos dirigimos ya a Carrión,
donde llegamos a las 16:30 para hacernos la foto en el monumento al
Peregrino, con mucho más calor. A la foto se nos unió una extranjera,
que parecía inglesa, aunque no tuvimos la ocurrencia de preguntarla.
Experiencia fenomenal, entretenida por las muchas cosas que
se ven, los peregrinos que nos acompañan, las pardas (tierras buenas
para el cultivo y praderas), aunque hemos abusado un poco de la
carretera con el fin de evitar accidentes como el que tuvo Pedro en
estos absurdos mojones de señalización del Camino. Algunos notarían al
día siguiente las agujetas, sobre todo el dolor de trasero ya que a
estas alturas todavía, salvo los entusiastas de la bici, no la hemos
cogido porque el tiempo no ha acompañado, y estábamos desentrenados. Y
por eso algunos como Elena y José Manuel no estaban seguros de poder
aguantarlo, resultándoles luego más cómodo de lo esperado.
Otros como Vicky, notaron su falta de religiosidad que se
supone hay que tener para hacer esta ruta con éxito, con ese cierto
sentimiento de recogimiento espiritual... A pesar de ello, le pareció
todo una experiencia, sobre todo por el ambiente del compacto grupo.
René, aunque echó de menos un poco más de participantes
femeninas, le resultó entretenida.
Han sido varios los que por primera vez salen con nosotros,
como Vega, socio peñiego que por fin se estrenó y que piensa volver a
las de senderismo... Muy agradecido él, cada vez que nos ve nos recuerda
lo mucho que le gustó la actividad.
Especial relevancia tiene lo de Sixto, que a sus 78 años
pedalea fenomenal y como él dice es que “tengo muchos km. hechos”. Nos
pegó tal pasada en un tramo que parecía un obús... a todo gas. Además,
después nos pidió disculpas. Dice que acompañarnos a andar por el monte
es más complicado porque si a él se le rompe un hueso ya no se le
recupera.
Bustillo nos aconsejó que para otra vez paremos a comer al
lado de una tasca o cantina donde haya para coger bebida fresca... La
verdad es que estamos acostumbrados a ir por los riscos... y allí no hay kioskos. Por su parte César y María Jose, que les gustó el sitio donde
comimos, no animan a preparar más rutas de bici.
Raúl, el jovencito cañero del grupo, que está todo el día
dándole a los pedales con “mi niña” como él llama a la bici, se ha
adaptado perfectamente al grupo, quedándose con la subida y bajada
después de Castrojeriz.
Una experiencia fabulosa en fin, para llegar de regreso o a
Guardo a las 18:10 h
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Lagos de
Covadonga-Majadas-Culiembro-Poncebos (20-05-12)
☞
Guías: Javi Fonta y Jose Paste / Participaron
19 personas (15 socios)
Salimos a las 7:00 de Guardo para llegar al aparcamiento de
los Lagos a las 9:50. Casi tres horas de un largo y pesado viaje en el
que pasamos hasta frío ya que no se ponía la calefacción para que el
personal no se marease. Esto supone el handicap de estar ya todo el día
ateridos. Por la carretera de los lagos nos llamó la atención los
muchos entusiastas ciclistas que se afanaban en su entrenamiento por la
serpenteante y pindia carretera. Las hermanas Luis estaban tan
destempladas que nos pidieron salir cuanto antes, por lo que empezamos
enseguida a andar, bastante deprisa diría yo, subiendo por las escaleras
y suelo pavimentado que nos lleva al Centro de Interpretación Pedro
Pidal y por la Mina de la Buferrera y su paraje para seguir a la
izquierda del Ercina a coger la pista que lleva a Belbín, aunque
algunos seguirían por otra senda que se junta después.
Había gente que iba tocada: Javi le llevaba unos días con
molestias cervicales. Raúl una temporada con diversos males y a Santi le
dolía la cabeza. Así y todo, sin mayores problemas, aunque con mucha
humedad, subiríamos las “vargas” (Palabra que nos enseñó Santi,
y que le da el significado de “cuesta”- Claro, de ahí “El Alto de la
Varga” en La Lastra.) incluso las que parecían no acabar nunca.
En un pastizal donde se nos metió la niebla que tardaría
mucho en abandonarnos, un toro, al vernos, comenzó a seguirnos, con sus
fuertes bramidos, llegándonos a asustar algo, hasta que le perdimos de
vista mientras ascendíamos por la pradera en busca de la majada Arnaedo
y encarar, ya con lluvia, la última subida, entre rocas, hasta el
Collado Sierra Buena.
No sabíamos si llovía o granizaba y comenzamos a bajar al
precioso circo de la Vega Maor, que tiene un peñón en medio suyo,
habiendo dejado la impresionante sima del Pozu Los Texos a la derecha,
en la que Pastelero se recreó haciendo fotos. Después, la Vega los
Carros, para comenzar el gran descenso a Ostón viendo ya de frente las
paredes del Murallón de Amuesa, en la otra ladera del Cares.
Llegamos a Ostón y sus atalayas y casi todos subieron sin
dificultad a la de La Peña, desde donde hay una vista magnífica de la
Garganta del Cares en ambas direcciones.
Eran las 13:20. Seguía lloviendo y alguno como Raúl se
entretenía haciéndose fotos con un burro que desde que Bardas intentó
hacer un reclamo para que mirase a la cámara, no paró de rebuznar.
Comenzamos el descenso por la Canal de Culiembro y dejó de
llover por fin. La bajada es más cómoda de lo que parece (Algunos la
hicieron corriendo.). Nos encontramos una cueva a la izquierda donde
comimos. No dedicamos mucho tiempo a la tarea de comer, ya que el
personal se quedaba frío y Javi arrancó enseguida “con las chicas”. Los
demás diez nos quedamos haciendo todavía unas risas y más fotos para
bajar luego y entrar a la izquierda a la cueva del Posadoiro que se abre
sobre la vertical pared de La Atalaya, y que se ha acondicionado para
cobijo de las cabras.
Seguimos la bajada frente a la llamativa canal de Pandeculiembro. Santi flaqueaba bastante y puso el trasero varias veces
en el suelo. Sí, Tiago, que había comenzado ya con dolor de cabeza, al
final tuvo bastantes problemas con las rodillas. Y es que le había liado
su cuñado a hacer esta ruta, a la que preguntado por qué le había
parecido, la calificó como “¡Cojonuda! Raúl me ha engañado vilmente.
Me dijo que era una ruta ligerilla... por llano... La bajada, si dura
100 m. más, creo que me tenéis que bajar en ‘andas’... Por lo menos me
he parado a ver el panorama, no como éstos, que van a ver quién llega
antes... Así es que la cabeza y las piernas me han traído mal fario”.
De todos modos acabó satisfecho y ahora se entrena para las siguientes
salidas.
Llegamos a las 15:28 al Cares y algunos fueron a ver el
argayu (desprendimiento) de un gran bloque rocoso conocido como ‘La
Madama de la Huertona’, muy cerca de aquí, con lo que la Senda del
Cares estaba cortada debido a la rotura del paramento lateral del canal.
Por ello no vimos gente en la Senda, que en esta época suele ser
masificación.
Había salido por fin el sol. Algunos continuaron a Camarmeña y llegamos a Poncebos a las 17:25.
A José Miguel Ibáñez, que viene del llano, de Villasabariego
de Ucieza, que está acostumbrado a andar ya que ha sido pastor y que
tiene buena pinta de montañero, le ha parecido duro pero muy bonito: “Me
gustó arriba, cuando nos cubría la niebla... No se veían los valles,
pero era algo enigmático”. Se apuntará cuando le cuadre a más
salidas y si se entera bien, porque no tiene ordenador, ni tele ni nada
de eso (“Estoy un poco asalvajado”) Y Raúl... a lo que está...
intentando hacerle socio, cosa que consiguió.
A Carmelo N le han maravillado las mujeres, de lo bien que
han andado... “Míralas. Están enteras”. Y es que hoy iban con
Javi y Javi con ellas, y no había más... Era como dos grupos, el de las
niñas de Javi, y el de los muchachos de Paste.
Habíamos quedado con el bus a las 17:00 h. Total, que
salimos de regreso a las 18:00 h. y por si acaso se nos hacía muy tarde
esta vez no paramos en Potes, sino en la Venta de Pepín a las 19:55 para
estar en Guardo a las 21:05.
Al final, todos coincidieron en que lo peor fue el viaje,
aunque a la vuelta se hizo más amena, porque paramos a tomar un
refrigerio, y porque veníamos con más de humor...
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Circo de Tosande (10-06-12)
☞ Guías: Josea Bardasco, Javi Fonta y Jose Paste / Participaron
20 personas (14 socios)
Esta vez
creíamos que sí nos iba a deparar buen día, pero nada: Como es habitual
en nuestras salidas este año, a excepción de la de bici por el Camino de
Santiago, ha sido uno de esos días que calificamos de “El peor día”.
Tuvimos que esperar por Tuquines que siempre es puntual pero
hoy se retrasó casi 15 minutos y venía con una parsimonia asombrosa....
Estaba claro que nos iba a dar el día: Además de su usual buen humor,
hoy se había levantado un poco “picantón” y por ahí irían los tiros
durante toda la jornada (Parecíamos un club de “salidos”, pero el
ambiente no pudo ser mejor).
Se quedaron con Javi en el aparcamiento para hacer el Valle
Tosande: Asun, Juli y el de Gozón, que llegarían hasta el refugio sobre
las 10 h., y se quedaron allí casi tres horas hasta que paró de llover
(“¡Toda la mañana de cocina!”).
Los otros dieciséis continuamos hasta la Cruz Roja en
Cervera para comenzar a atacar el Almonga a las 8:50 h., principio del
circo del Valle de Tosande que queríamos hacer guiados por Josea
Bardasco.
Fidel lamentaba haber hecho días antes una larga ruta con la
bici, lo que notaba en las piernas. Mamen estuvo dudando, pero al final
se atrevió ya que se podía bajar al valle en cualquier momento, y la
ascensión al Almonga merece la pena. En la subida, toda con niebla y
bastante dura para algunos, invertimos 1 hora y 20'. En la cumbre
comenzó a llover ya y con un fuerte viento que rompió más de un
paraguas. Decía Fidel que con los paraguas parecía que estábamos
cogiendo senderinas en vez de trekking.
Subimos al pico Tres Cruces esperando ver su vértice
geodésico, pero sólo queda la planchada de hormigón. Como pudimos, por
el aire, llegamos al Collado de los Novios a las 11:20 h, donde
Fidel y
la
familia
de los peñiegos
Sancha bajaron por la senda que viene del Camino de las
Calicatas hasta el refugio, que les esperaban los otros con el humeante
pero reconfortable fuego. Para que nos hagamos una idea, se pusieron a
escurrir la chaqueta de Mamen y “salían chorros de agua”.
Total, que quedábamos once. Nos refugiamos un rato en la
cueva para comenzar a hacer la primera trepada, algo que fue de lo que
más gustó en todo el día, ya que no era peligroso y sí emocionante.
Peina no hacía más que decir “A ver cuándo dejáis de
poner invernales” y Carmelo llamaba “rebeca” a la cuchareta
Ángeles, de la que decía que hoy iba un poco floja porque “cómo
zumba normalmente para arriba”.
En el Pico de la Celada nos hicimos unas fotos en nuestra
versión de malabaristas. Y seguimos hacia el Cdo. Barros para por la
ladera norte del Pico Pilones contemplar otra fabulosa tejada. Aquí en
vez de bajar a la pista que viene de Ventanilla volvimos a la cuerda,
liándonos un poco, pero sin mayor problemas, para llegar a la Majada de
la Corva a las 13h 15', donde habiendo hecho menos de la mitad del
circo, como seguía haciendo “criminal”, estábamos calados y
parecía que esto iba de mal en peor, además que la otra cuerda, la de
Peña Cantoral, estaba toda cubierta por las nubes, decidimos bajar aquí
al valle. Nos pusimos en contacto con los del refugio y no dijeron que
lleváramos leña... Alguno tragó y fue hasta abajo con ella a cuestas,
como si allí no hubiera (Y si no le creéis, mirad las fotos).
¡Parece mentira que no nos conozcan!
Quince minutos más tarde dejaría de llover, abriéndose poco
a poco el día. Nos preguntábamos si habíamos hecho bien en dejar el
cordal... Nos encontramos a ½ valle con el otro grupo que después de
secarse y de comer tenían ganas de andar. Subieron por la valleja del
Pico Silla Grande para continuar por la ladera de Peña Horacada y Peña
Cantoral, “a nada” de sus cimas, hasta la Tejada. No subieron los
50 m. que les faltarían para cumbrear porque Fidel se echó para atrás...
Pero venían asombrados de la cantidad de venados que habían visto.
Nosotros llegamos al refugio a las 14:10 h. Pusimos la ropa
a orearse y comenzamos a comer. Salvador tuvo que volver a por la
cachaba que se había olvidado casi en el collado de la Corva. Le daría
tiempo a llegar ya que nos tiramos con la comida una hora. El caliente
humor durante la comida hizo que nos secáramos antes... Hablamos hasta
de la diferencia entre senderismo, trekking y montañismo..., de que han
puesto los comesantos de los cucharetos una capilla en la cima de Peña
Mayor, etc.
Después decidimos subir a los Tejos, menos Peina, que se
había hecho un esguince y que bajó hacia el aparcamiento. Como estaba un
poco temeroso de perderse le dejamos un walkie para que fuera más
tranquilo, aunque no hacía falta porque está bien balizado.
Vimos los tejos, que algunos no conocían, aunque parezca
increíble y nos “afotamos” en el mirador por otros viajeros que
por allí pasaban.
A las 17:05 estábamos todos en arboreto, puntuales con la
hora que habíamos quedado con el autobús.
Juli me decía que esta vez les había abandonado, ya que
normalmente suelo ir a las variantes más fáciles. La verdad es que me
había costado bastante preparar esta semi-integral, y tenía ilusión por
hacerla. Sin embargo, para picar, le respondí que es que con los
cucharetos la diversión y el buen humor están asegurados. (Además,
Juli ¿No querías fontanero? ¡Pues toma fontanero!)
Fidel era la primera vez que venía con nosotros, y se
acordaba bastante bien de todos los parajes que había recorrido (vocal
arriba-vocal abajo): “Hombre... Es una ruta bonita, pero siempre y
cuando nos hubiera acompañado el tiempo, porque no hemos visto nada
hasta prácticamente la última hora...”
Louis, chico francés que está haciendo un “intercambio” con
Ángel en casa de los Sancha, terminó un poco cansado, aunque sí que
había hecho senderismo en Francia y en la Selva Guayana Francesa (costa
norte de América del Sur entre Brasil y Surinam)... “Pero allí no hay
montañas grandes” -decía-.
Total, que llegamos a tiempo de ver el fútbol... Porque,
aunque no todos, había algunos ruteros que estaban pendientes y
nerviosos de la selección de fútbol, que empezaba hoy la Eurocopa contra
Italia, a las 18:00 haciendo caso a las autoridades gubernamentales de
que lo viéramos porque nos darían una alegría. Sí, como hace 55 años,
para aliviarnos de todo lo que están puteando los políticos al pueblo.
Además coincidía con el día en que Europa había hecho el famoso “rescate
financiero” a España, que nos iba a hundir más en la miseria... Pero en
fin, por unas horas los demás, aunque también podamos ser futboleros,
pudimos relajarnos de estas preocupaciones y no precisamente con el
fútbol, sino con un día impagable en la indómita naturaleza.
(José Antonio Bardasco -13.06.2012-)
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Correcillas
(08-07-2012)
☞ Guías: Angeles Rasero, Javi Fonta y Jose Paste / Participaron
15 personas (14 socios)
La salida a
las 8:00 de la mañana no pudo empezar de forma más alucinante. El
conductor nos puso el impertinente programa tiranocatólico de “Radio
María” -Sí, ese que siempre se nos cuela
sin permiso en nuestro dial
como una zarracatanita- y cuál sería la sorpresa que al pedir
que lo cambiara, alguno se quejó diciendo que lo dejáramos puesto,
que no molestaba. ¡Impresionante! Sin duda, corren malos tiempos
para la libertad ahora que “quieren acabar con todo” con tal de
joder al personal con su escondido odio a la inteligencia... Así es
que no sería muy raro que cualquier día os salga la vena patriótica
que lleváis dentro, esa que ahora nos intentan imponer los políticos
para justificar todo lo que estrujan al pueblo y subáis a la montaña
cantando el “Cara al sol”
para colocar una bandera futbolera.
Que hemos perdido el norte es evidente o el que escribe esta pequeña
crónica está totalmente desfasado al intentar rebelarse contra esta
anacronía cultural. ¡Que no queremos la radio... Que queremos oírnos a nosotros mismos
y a nuestros compañeros de al lado. A ver si te enteras!). Y es
que parecía que íbamos en el AJA (autobús de Guardo-Palencia)
de hace 40 y tantos años, con el “Cimbalillo”, la telenovela
“Simplemente María” y los toros radiados por Matías Prats (padre)....
Sólo faltaba que alguien hubiera venido con la cesta de las
gallinas.
Menos mal que se nos fue pasando el tiempo configurando y
chatarreando con un Gps para cazadores que le habían dejado a
Agelines, de esos que se pone un collar al perro y así sabes siempre
dónde está el sabueso en cuestión (¡Te dice incluso si se ha
sentado!). Y puestos a imaginar nos preguntábamos si ese collar
nos le podríamos poner a alguno de nosotros, de esos que siempre se
nos despistan en las marchas, para ver qué pasaba (¡Al Tiempo...!).
En fin, a lo que estamos....A las 9:30 h empezamos a
andar en Villalfeide, el pueblo sin abuela (Han puesto un cartel
en el que dice que es el pueblo más bonito de León). Hasta las
13:00 h ha habido mucho sol, con un calor sofocante. Luego se ha ido
nublando a ratos y con una ligera brisa, quedando un día muy
apacible para andar a pesar de algunos tramos húmedos por la
vegetación.
Fuimos todos juntos hasta la collada de Castro Grande,
donde nos separamos.
Por la base del Correcillas nos llevó Javi a Asun, Valle
y Bardas. Poco después el Bardas se separó durante tres horas
haciendo el cabra hacia dos mojones que veía allá en la diagonal del
Pico, mientras que las chicas hacían una ruta botánica con Javi
Google. Nos juntamos los 4 otra vez en Valdorria, a las 14:30 h. Al
final acabaron encantadas “Trepando, y destrepando, que es lo que
nos gusta”.... “Pero cómo me habéis devuelto a mi madre!”
-diría Vicky- al verla llegar llena de arañazos (“ralladuras”,
dice el Peina), como casi todos los demás por esas bajadas “vertiginosas”....
“algunas veces de morros...”, pero “hemos quedado muy
contentas con los guías”.
El resto de la expedición subieron al Pico Correcillas
con Pastelero y Ángeles. Ella es la primera vez que hace de guía, y
aunque según los Cucharetos, le ha querido quitar protagonismo
Carmelo el Parroquiano (Este seudónimo, ya que estamos hoy
inspirados, es porque así se llaman a los asiduos escuchantes que
contactan con un programa radiofónico de la madrugada, homenaje al
mal gusto). A pesar de ello, según los demás, Ángeles ha estado
de sobresaliente... Esperamos que se anime y siga preparándonos
alguna salida a ver si renovamos y repartimos el trabajo...
Y es que Carmelo dijo al finalizar “Esta ruta ya la
habíamos hecho pero no me ubicaba. Hasta que en el momento que
empecé a acordarme de cómo iba todo ya me puse yo el primero, como
siempre, llevándoles por el buen camino.”
Tuquines llegó con el tobillo maltrecho. Ya venía así
desde dos días antes, que había subido al Espigüete... Así es que
días después el médico le diría que se lo empezara a tomar con un
poco más de calma (¡A ver si hace caso!).
Begoña ha quedado encantada, como ella dice “Todo el
día trepando a cuatro patas” y “... con la mirada puesta
siempre en Tuquines...” (¡Pobre! ¡Y no es correspondida!)
Al Peina, que por fin ha podido hacer una ruta que no
sea invernal, ha sido la que más le ha gustado, como a casi todos
los demás.
Salvador, en su línea, aguantando todo y alegrándose de
que por fin tuviéramos el tiempo adecuado para andar.
A Santi, que siempre tiene mucho que contar, esta vez no
se la había “clavado” su cuñado Raúl y venía mentalizado. La verdad
es que le habíamos tratado de convencer que no subiera a la cumbre,
pero decía que hoy sí, que estaba en forma. El caso es que sólo tuvo
un pequeño bajón del que se recuperó pronto y pudo continuar, con la
correspondiente alegría de todos los demás. Aunque Ángeles ya no le
dejó subir a la ermita, por lo demás, como él dice: “La sorpresa
fue que me llevaron a ver un pozo donde me bañé en pelota picada y
quedé como nuevo”. La verdad es que es de los que más disfrutan.
Se va fijando siempre en todo (Con decir que me encontró dos
bolígrafos con los que suelo tomar apuntes de las rutas.. ¡Gracias,
majo!)
Juan, todo rojo él del aire y el sol: muy contento, ya
que lo ha aguantado mejor que la ruta que hicimos de Peña Lampa.
También se bañaron en el Pozo del Buy el Pastelero y
“... Lo mejor: el baño”, que dice Pistolas (Otro seudónimo,
éste que incluso a sí mismo también se da Carmelo Hompa y además...
“El que te puso el confite, que te lo quite” -diría Tuquines-)
En Valdorria, todos hemos parado a tomar un refrigerio
en el bar. Nosotros comimos en la ermita y pudimos contactar los dos
grupos por el walky... Comían unos en el mirador de Peña Galicia y
otros en el collado anterior, cada grupo con un guía. Al poco ya les
vimos aparecer bajando al pueblo.
A las 17:30 llegamos a la cascada y 10 minutos más al
pueblo. Los demás llegaron poco más tarde y la búsqueda de objetos
perdidos *a nos hizo retrasar un poco, saliendo de Nocedo a las 18:30.
El regreso en el autobús, como se veía venir, los
comentarios sobre la ermita que han puesto en Peña Mayor algunos del
club se convirtieron luego en una airada discusión (de quienes están
a favor porque según dicen lo hay en todas las partes y todos hemos
de ser creyentes - ya que para eso vamos a las bodas, entierros,
etc.- y de los que estamos en contra y no queremos encontrarnos en
la montaña con fanáticos iconos religiosos...).
Por lo demás fue un regreso distendido, como siempre,
aunque algunos con sed... Pero aguantaron estoicamente hasta Guardo,
donde llegamos a las 20:00 h.
(*a
Gelines perdió en la Casacada de Nocedo el GPS que
traía y aunque se volvió a buscarlo, incluso en el día siguiente, no
apareció-.)
|
Espigüete (22-07-2012)
☞ Guías: Cuchareto, Javi Fonta y Jose Paste
/ Participaron 23 personas (16 socios)
Según nos escribe
Rafa:
“El
Espiguete como siempre impresionante, nunca defrauda. Me parece a mí que
nosotros somos quien le defraudamos a él. La masificación humana cada
vez es más visible, sobre todo en el Corredor Norte. Estuve a punto de
arrancar una ristra de banderitas de colores que alguien ha colgado, de
esas que ponen en el Himalaya y meterla a la mochila, pero con tanta
gente igual cobraba... ¡A saber!
Desde aquí quiero dar las gracias a todos “mis nietos” que me
acompañaron (era yo el abuelo del grupo). Sobre todo agradecer a Josepaste que nos enseñó una cueva y lo que es crestear literalmente el
Espi, o sea, piedra a piedra. Además me acompañó en un baño-relax de
remate de jornada con hidromasaje, chorro de agua y contraste calor-frio
y encima ¡TODO GRATIS! pa que, pa que...”
Es verdad, Rafa, había mucha gente... parecía una romería...
Y que hay domingueros con su afán imperialista que se afanan en poner y
dejar sus restos e iconos en el monte...Y si protestamos dicen que es
que queremos sólo la montaña para nosotros (¡Que no, coño! Que sí
queremos compartir la montaña, que vivimos en la era de “compartir”
experiencias y conocimientos como parte de una gran inteligencia
colectiva... Que lo único que queremos es que no dejéis en ella lo que
antes no estaba: ¡Que parecéis las Montañeras de la Niña María”!
). Y puede ser que algún día se restrinja el acceso... ¡Al Tiempo!
¡Ah! Y no quieras quitar el honor de “mayores” a los Raúl
y a Salva, que aunque de tu grupo sí eras el más veterano, eres
un chavalín.
Total, que fue un día fabuloso de verano con una brisa
agradable en las cimas. Nos dividimos en dos grupos, uno para hacer el Espigüete y el Murcia y el otro para el Espigüete “normal”. Éstos,
guiados por Tuquines y Javi, hicieron toda la cresta desde Pino Llano, y
bajaron por la canal Suroeste, en dirección a la Cruz Armada, para comer
al lado del pilón entre el Camino de la Binesa y el Alto de la Casilla.
Todos acabaron bien, sin demasiada fatiga, para llegar a Cardaño a las
cinco de la tarde.
Cabe resaltar que se
encontraron con una chica, Carmen, de Saldaña, que nunca había ido a la
montaña y se había aventurado a ir ella sola. Total que se les unió, y
cumpliendo como buen anfitrión, Tuquines le apadrinó y cuidó de que
tuviera una buena ruta (¡Uf
Cuando se entere Begoña!),
de tal manera que se ha animado a volver con nosotros más veces.
De los que se
dirigieron hacia el Murcia con Pastelero y Cuchareto (Zalo, Peina,
Pedro, Ángeles, Aurelio, Rafa, Miguel Ángel y el Obispo) fue
diferente. Se lo plantearon en plan machaca ya que nunca se hartan de
subir y subir. Subieron al Espigüete por una canal inusual a la cumbre
Este. Ascendieron a cañón y “a ritmo”, pero sólo cuatro coronaron el
Murcia, donde Pastelero dio buena cuenta de un melón que llevaba.
Alguno como Aurelio iba “reventado” y tomó la sabia decisión de no
cumbrear, por lo que le tuvo que acompañar Pedro a Mazobres, aunque las
pasaron un poco “canutas” en la bajada por los escobales, que les
dejaron buenas marcas en las piernas.
Después se darían un baño en el arroyo Mazobres -suponemos
que con permiso del guarda- quedándose tan anchos. Y sin esperar a que
les buscara el autobús, bajaron a Cardaño donde llegaron a las 5:45 h.
|
Las Lomas -
Camino San Lorenzo - Pico Murcia
(12-08-12)
☞ Guías:
Tuquines, Cuchareto y Javi Fonta
/ Participaron 24 personas (17 socios)
Empezamos a andar a las 9:00 h. Algunos venían un poco dormidos: Quizás
habían estado viendo la lluvia de meteoritos ya que esta noche había
coincidido (y nunca mejor dicho) con el fenómeno de las “Lágrimas de San
Lorenzo” (Las “Perseidas” -100 meteoros/hora- tienen lugar cada año
entre el 16 de julio y el 24 de agosto, alcanzando la máxima intensidad
durante de las noches del 11, 12 y 13 de agosto.).
Carmen, de Saldaña, se nos juntó de nuevo al grupo ya
que al parecer todavía no conoce al personal y le “da cosa” ir con los
demás en autobús. También se uniría Juan Gª, sin estar apuntado a la
ruta, ya que dijo andar con “prisas”. A éste último le perdimos la pista
a partir de las Lomas y sólo sabemos que se marchó antes con el Obispo.
Teníamos dos rutas, la de Cardaño - Lomas - Cuartas - Camino
San Lorenzo - Cardaño y la misma pero en vez de bajar por el Camino de
San Lorenzo, hacer el Pico Murcia. Y es que este año parece que la hemos
tomado con este pico, ya que es la tercera vez que pasamos por él en una
de las rutas organizadas de Club.
La familia Herrero (Pedro con sus padres y las dos niñas) se
iban quedando un poco atrás, más tranquilos, para hacer su particular
día de montaña. Así es que subieron hasta los lagos, y Marina y Candela
contentas por haber superado otro 2000 después del Alto de los Cutulillos en junio de 2010. Pedro bajó luego con la
más pequeña,
Candela, hasta
Puente Agudín y volvieron a Cardaño de Arriba
(Todo un paseo
a cambio de un helado).
Los quince que iban a la ruta larga con los Cucharetos de
guías (Víctor y José Luis) iban a todo gas para ver quién podría seguir
hasta el Murcia o no y acabar en el tiempo previsto.
Los otros cinco, guiados por Larousse Javi llegábamos a las
11:00 al pozo de las Lomas, donde nos esperaban Raúl y Salva que no
quisieron seguir el fuerte ritmo impuesto por los primeros, a los que
veíamos subir por la pedrera, a cañón, al Pico Lomas en vez de por la
canal entre éste y Las Agujas.
Había bastante gente por aquí, y después de unas fotos, en
20 minutos más estábamos en el segundo lago, donde nos detuvimos a ver
los tritones y encarar la subida al cordal de las Agujas de Cardaño,
llegando más cómodos de lo que suponíamos al
Pico de Las Lomas
a las
12:20 h., pico que no son capaces de situar las cartas topográficas,
liándonos con el
Pico Cuartas
que viene más adelante y al que llegamos con facilidad a las 12:50 h.
El grupo del Murcia iba a toda mecha, y para entender la
diferencia de marcha entre unos y otros sólo tenemos que ver que
mientras nosotros reposábamos un poco en el Lomas ellos ya estaban el
Peñas Malas. Enseguida nos llamaron para decirnos que se quedaban otros
dos sin subir al Murcia: José Miguel que nos esperaba en el collado
antes del Internauta y Pepe, el riojano, que bajó por el Valcabe a “su
aire”. Éste, que no venía con nosotros desde el Tesorero de 2010 y que
siempre se acuerda de lo mal que lo pasó en la subida al Llambrión de
julio 2007, esta vez acabó muy contento, porque había aguantado
fenomenal.
Llegamos al Frontino pasadas algo las dos, donde nos tiramos media hora
con nuestro ágape en medio de la anacrónica, ridícula y estúpida ristra
de banderitas, fuera de lugar en fin, que ahora les da a algunos con
delirios de snobismo por poner en las cumbres a modo de budistas
tibetanos (que para atraer la felicidad y prosperidad colocan tiras
de banderas -llamadas “de oración”- de colores -azul, blanco, verde,
rojo y amarillo- en lugares altos para que el viento lleve las buenas
vibraciones).
Salva, que nos
dijo que era del desaparecido Éscaro, nos pedía que hiciéramos algo por
la sierra que vemos de frente hacia el oeste. ¡Cual sería su sorpresa
cuando le dijimos que en octubre teníamos previsto hacer la Sierra de
Hormas, que ha visto en nuestro calendario pero que no ubicaba!
Comenzamos el descenso y el zaragozano Javier venía con
dolores en la rodilla, bajando como podía, así es que en este
pronunciado descenso teníamos que ir muy lentos. Cada vez iba peor, eso
sí, sin quejarse, y le tuvo que esperar su tocayo Javi, el guía (Esperamos
que no le haya contado sus chistes)... Este maño había hecho algo
de senderismo por Zaragoza, pero no con tanto desnivel. Tampoco se
despegó de él su hijo, Aarón, que fue muy bien y dice hacer escalada.
No tardaron en escribirnos este correo que agradecemos:
“Aarón y Javier
Llamazares te dan las gracias por el día tan sensacional que pasamos.
Por cierto, yo me encuentro de la rodilla mucho mejor gracias a vuestra
ayuda. Nos gustaría, si pudieses mandarnos el mapa de la ruta que
realizamos ayer y alguna dirección si tenéis algún blog porque Javi me
comentó que tenía uno. Si tienes alguna fotografía te lo agradecemos.
Muchísimas gracias y hasta la próxima.”
Pues le enviamos todo lo que ha pedido, aunque lo del blog de Javi, que
era broma, puede que algún día lo consigamos.
Poco más podemos decir ya que el intercambio de sensaciones,
entrevistas y conclusiones que solemos hacer en el autobús con los
participantes después de las rutas, en esta ocasión era una ardua tarea,
si no imposible, porque otra vez la radio era la protagonista de nuestra
excursión (Jugaba España a baloncesto la final de los Juegos
Olímpicos de Londres contra Estados Unidos que casi loga el sueño ya que
quedaron 107-100. Y como si a todos nos fuera la vida en ello, el
conductor lo puso a todo volumen y nos lo tuvimos que tragar, con lo
difícil que es “ver” un partido de basket radiado).
Decir que los del Murcia bajaron por la Cerezuela y el
Sillar en vez de por el Valcabe, como la otra vez que hicieron la de
Barniedo y al final sólo quedaron nueve de los quince que empezaron.
Como siempre el humor reinó en la marcha de los Cucharetos, donde
Pastelero estaba como un niño con zapatos nuevos ya que estrenaba
mochila (con melón incluido) y algo más... Tenían un enorme mosqueo que
lo pagaron alegremente con Angelines ya que no había cogido la bota de
vino a Raúl (un rioja de reserva) que se había quedado en Las Lomas con
los otros. Así, con este cisco, el alterado Tuquines, que además se le
había roto el GPS (pues alguien se había sentado encima del aparato y le
“judió la pantalla”), decía sobre Michel, el chaval que ha traído
Cuchareto como en la ruta del Espigüete (y que va con él perrero en
sus días de caza): “Que no vuelva más, que nos ha jodido el vino
y el orujo” y además como dice Pastelero “Acaba con todos lo
manantiales....” Total que Tuquines piensa subir una garrafa de
orujo de cinco litros a la próxima.
Jesús Loma, que a Las Zahurdias las llamó “zurdiñas” es la
primara vez que viene con nosotros y aunque no ha hecho demasiado de
montaña los demás le han visto bastante “fino”. Está en Palma y no suele
venir mucho, pero dice que a ver si vamos a hacer por allí una “torrentera”.
En
general podemos decir que los machacas acabaron todos contentos, aunque
les pareció un “rompepiernas” como dice Carmelo Hompa. En cuanto a los
que hicimos la ruta de Lomas-Cuartas-Camino San Lorenzo, terminamos
pletóricos de satisfacción ya que pudimos estar en las cumbres más altas
de la Montaña Palentina por detrás del Pico El Infierno -2537 m-,
Curavacas -2524 m- y Mojón de Tres Provincias -2499 m., en una ruta que
calificamos de apta e imprescindible para todo el mundo que ande algo
por la montaña.
De cinco a cinco y cuarto llegamos los dos grupos a Cardaño,
que estaba en fiestas, y tras un rápido refrigerio por la inexplicable
prisa del autobús (como si nos regalara los viajes), a las 18:15
ya estábamos en Guardo. |
Bufones de Pría - Playa Cuevas del Mar
(26-08-12)
☞ Guías:
Javi Fonta, Jose Paste y Josea Bardasco
/ Participaron 16 personas (12 socios)
Por
fin, después de tantas aventuras en las rocosas cumbres, llegaba la hora
de proponer la anual ruta costera que nos empeñamos en publicitar como
popular. En una semana habíamos ido dos veces a prepararla, una para
repasar el terreno y otra para intentar cortar los tojos del camino
-espinosos arbustos-con unos
podones,
tajamatas
que pesaban como diablos y que encima no nos sirvieron.
Sin embargo en esta ocasión nos hemos llevado un poco de
desilusión ya que ha participado poca gente a pesar de que es una de
esas rutas que más nos cuesta preparar porque intentas que sea fácil,
adecuada para todo el mundo, incluso niños... Algunos de los motivos
influyentes que vemos para la escasa participación, como nos ocurrió el
año pasado con la de
Punta Bayota,
pueden ser:
1.- El madrugar (salimos a las 7:00 h)
2.- Son fechas de compromisos familiares (tenemos visitas,
huéspedes, fiestas de pueblos...)
3.- Algunos de los habituales están por ahí de vacaciones.
4.- El precio (13 € los socios y 15 € los no socios). Hasta
ahora habíamos pagado cada uno 2 € menos, pero en esta ocasión lo
tuvimos que subir porque nos cobraba más el autobús (Así y todo todavía
tuvimos que subvencionar el club 228 €).
5.- Tiempo de viaje: 5 horas y media entre ida y vuelta, con
esos puertos que la gente que se marea lo pasa tan mal.
6.- Las previsiones meteorológicas: En algunos medios
televisivos habían dado mal tiempo (Es lo que tiene no utilizar
internet, donde normalmente “lo clavan”).
7.- O, en definitiva: que no hay quien saque a estos
montañeros del Espigüete.
Y sabe un poco peor cuando al final hemos visto que resultó
un día extraordinario, donde podrían haberse beneficiado más personas
como los que han participado, que disfrutaron de la actividad, de la
compañía y del tiempo (día soleado con algo de brisa a veces, perfecto
para andar y para la playa).
A lo que vamos: A las 9:40 empezamos a andar. Después del
pesado viaje alguno venía un poco despistado “¿Vamos a volver en el
mismo autobús?” -decía José Miguel- o “¿Cual es el plan?”
-que decía Pere-.
Después de una tranquila visita al Monumento Natural del Bramadorio de Llames, nos dividimos en dos grupos: Unos guiados por Jose
B en el GR E-9 camino de Las Cuevas del Mar y los demás con Javi por los
acantilados. La causa de habernos separado es que dijimos que quien no
quisiera pincharse con los tojos, que continuara por el GR. Pero la
mayoría, como ya estaban avisados de que llevaran pantalones largos,
fueron con Javi para apreciar mejor la línea costera y las montañas a lo
lejos que les enseñaba. Sí, y es que teníamos también una buena visión
de Picos y como montañeros se nos va a veces la vista.... Es por eso que
en una ocasión, todo ilusionado, a Javi le salió todo un cómico gag
visual: Con un maduro y amarillo plátano en la mano, como la Estatua de
la Libertad decía “¡Mirad para acá que os enseño el Naranjo de
Bulnes!” -Algunos no sabían si era una nueva marca de fruta o un
topónimo, y más cundo confundió Peña Santa con Torre Cerredo.- (Hasta
a los expertos les afecta esta brisa marina a la que no estamos
acostumbrados...).
Concha se tropezó en una piedra, cayó a un tojal y se
lastimó un dedo del pie, estando ya todo el viaje incómoda con hielo y antiflamatorios... Días después nos dijo que se lo habían vendado y que
no había sido más que un golpe. Y es que estos tojos eran
“to-jodidos” como decía José Miguel.
Por su parte, después de dejar encaminados a los del GR en
Villanueva, Bardas volvió a buscar a los demás a la playa de Villanueva
de Pría para llegar todos sobre las 13:00 h. a la de Cuevas del Mar.
Como era pronto y había en principio bandera amarilla,
algunos continuamos otros veinte minutos de ruta y subimos a comer a las
rocas en el paraje de la Ermita de San Antonio del Mar, disfrutando de
todo el paisaje de acantilados, La Sierra de Cuera y Picos de Europa.
Acabado el bocata, después de las entretenidas conversaciones con
Carmelo, Asun y Elena, pasamos por la coqueta playa de San Antonio y
volvimos con los demás, que tras haber comido la sandía que trajo el
Pastelero, con ron incluido para envidia de los etílicos Cucharetos
(¡Ah! Y el café con orujo gallego que también repartió Morti!), llegaba
el turno de la ESCALADA, segunda parte prevista de la excursión de hoy.
Y es que El Pastelero, además de con la sandía de 4 kg.,
había cargado desde la llegada a Llames con los aperos de escalada:
‘hierros’, arneses, cintas, más la cuerda... Para eso se comería un buen
bote de fabada “Litoral” que también traía en su super-mochila nueva.
Y dicho y hecho. Adiestrados por Javi y Paste probaron la
trepa Peina, José Miguel y Pedro, novatos eso sí, pero que se aplicaron
al tema como auténticos maestros. El Peina era la primera vez e incluso
abrió una vía (es decir, colocó las expreses para asegurar la escalada.)
y ya se está pensando adquirir algo de material (Dice que empezará por
comprar un arnés).
Mientras, aprovechábamos con otro baño, incluso pudimos
pasar por debajo de las cuevas nadando. Resulta una playa peculiar, con
muchas piedras a la entrada (aunque habíamos avisado a la gente de
llevar sandalias de río o algo similar), con vías de escalada,
algunos hippies y un chiringuito del que todos acabaron opinando que era
una “tasca de negreros” por lo precios abusivos y el mal servicio
que dan quienes lo regentaban.
Había venido con nosotros Merche con su hija Sandra, de 9
años, que se lo pasó en grande andando y jugando con la arena y el agua.
Le había llamado mucho la atención los bufones.
A José Miguel, el de Villasabariego, el Pator, le había
merecido la pena el viaje... Pudo escalar y ver agua, no como en el seco
Ucieza de su pueblo.... Intuía negocio en todo: con las calas, las
fincas, los ostentosos chalets que él comparaba con su casa de adobe...
Los Saura, catalanes que vemos de año en año en nuestras
rutas (Lagunas de Fuentes Carrionas de 2008, El Tesorero de 2010 y la
costera de 2011) empezaron con mal fario, ya que además de la caída,
Concha se había mareado en el autobús y venían sin agua para beber....
Pero una vez que pasó todo lo tomaron como una aventura.
Para Carmelo Hompa “Ha sido la ruta más amena que he
hecho en los once años que llevo en el club: tranquila, sin darnos la
paliza, con buen día y buen ambiente...” Y es que había aprovechado
a tope con sus cinco baños playeros.
Las hermanas Luis habían pensado en ir a la ‘pelu’ el día
anterior ya que ha veces usamos una de las fotos de esta ruta playera
para ponerla en el calendario que hacemos de la temporada.
Morti, en su línea, poniendo chispas de humor (aunque no
dejó dormir al Peina). Asun y Elena, muy agradecidas ellas que
disfrutan en cualquiera de nuestras actividades.... Y es que se lo ha
pasado bien hasta Raúl, el conductor, que anduvo con nosotros un buen
rato a ver los bufones.
Se había conseguido aparcar el bus al lado de la playa, así
es que salimos de regreso a las 18:00 h., con las familiares protestas
de algunos y algunas que querían haber sacado más rendimiento de la
playa ya que había quedado una tarde estupenda. Raúl prefirió volver por
La Hermida-Potes-Piedras Lenguas, un poco más largo, pero que por otra
parte está bien porque así nos hemos recorrido el Desfiladero de los
Beyos y el de la Hermida.
Entre ver los sitios por los que pasábamos, compartir las
fotos al ordenador, organizarlas y verlas, se pasaba el viaje volando si
no fuera, una vez más, por la manía que se tiene de poner la radio del
bus y tener que tragarnos los partidistas noticieros y sobre todo el
programa dominical de fútbol... Y es que no a todo el mundo le gusta el
fútbol... O aunque seamos futboleros, ni siquiera nos gusta esa forma de
decir exabruptos de algún ‘retransmitiente’, con esa emoción forzada que
intenta dar como si le estuvieran sacando un ojo cada vez que surge
algo en la contienda deportiva -gol, tiro al poste, oportunidad...-.
Cualquier día nos ponen los toros radiados...
¡Al
tiempo!
Se pide nada más que un poco de respeto... Y no tengo por
qué oír más quejas sobre este tema. Así es que sigo reivindicando que en
los viajes se nos deje oírnos a nosotros mismos y a quienes llevamos al
lado, que tenemos mucho que comunicar y compartir. ¡Que no queremos
la radio... A ver si te enteras!).
El
club no puede hacer diferencias entre las personas por ideas, pero con
el reglamento en la mano, no podemos permitir esa obsesión de querer
copiar la ley del puteo de sus ídolos gobernantes y que valga todo con
tal de joder al personal... ¿Y puestos a pensar... Mas no será por este
mal rollo que la gente no quiere hacer un viaje tan largo con nosotros?
Sin más incidencias llegamos a Guardo a las 21:00 horas
luciendo moreno de playa. |
Horcados Rojos - Peña Vieja y Collada
Bonita - Naranco (16-09-2012)
☞ Guías:
Javi Fonta, Jose Paste y Josea Bardasco
Participaron 28
personas (22 socios). Salida a las 7:30 h.
Por suerte no se
cumplió el mal presagio que teníamos de la actividad ya que habíamos
empezado mal: El día anterior a la ruta nos llamó por la tarde el
conductor del autobús diciendo que no podía salir hasta las 7:30 por
cuestiones del tacógrafo, cuando todo el mundo estaba avisado para las
7:00. Así es que estuvimos como locos intentando dar con los 30
apuntados. Unos no estaban operativos, otros que no descolgaban el
teléfono (“Es que como no conocía el número no lo cogí” -nos
dirían los más desconfiados-). Total que no pudimos contactar con todos
y recurrimos a los mensajes. Como tampoco sabíamos si los iban a
recibir, tuvimos que ir a las 7:00 de la mañana a la salida por si acaso
había alguien esperando y efectivamente allí estaban David y José Ramón.
De
los 400 € que nos cobró el autobús nos haría un descuento
por este trastorno en la ruta siguiente, porque mira que
para una vez que podemos ir con un autobús grande, resulta
que en esta ocasión tampoco la empresa dispone de ellos
porque tenían otros viajes... Tuvimos que llevar a mayores
dos coches más. |
Fuimos por Piedrasluengas y como siempre, salía a relucir la controversia de por
dónde se va mejor, si por ahí o por San Glorio (Sacado de la guía
Repsol, tenemos que de Guardo-Fuentedé por Piedrasluengas es 98 km. en 2
h 12' y de Guardo-Fuentedé por San Glorio es de 115,5 km. en 2 h 13'.)
Llegamos a las 9:40 y sacamos las entradas del teleférico como grupo,
ahorrándonos poco más de un € por barba a pesar de que nos costó más de
lo previsto puesto que no habían actualizado el IVA en internet en
ninguna página de las que sale. Por subir y bajar 16 € nos parece un
robo, así es que habrá que empezar a plantearse el acceso de otro modo,
por lo menos quien pueda.
Comenzamos a andar de la estación superior del Cable a las
10:35.
Con Jose Bardasco fueron otros siete a Peña Vieja y al final
a todos les pareció una excursión bonita y relativamente cómoda, a pesar
de los cambios. Y es que al llegar al cruce de la Canalona decidió
cambiar el guión de la película y seguir hasta el collado de Horcados
Rojos, ya que a Ana María se la veía un poco lenta y a lo mejor no subía
ni al collado de la Canalona e iba a ser un fracaso de ruta. Total, que
hasta muy cerca del collado nadie se había percatado del cambio de plan.
Llegamos al collado de Horcados Rojos a las 12:45. Vega y Ana, su mujer,
se quedaron allí y los demás tomamos la senda de subida a la cumbre,
donde llegamos a las 13:30. Bajamos de nuevo al collado y comimos. Unas
chicas de mediana edad llegaban en ese momento y una decía mirando al
Urriellu: “¿Ese es el Espigüete, no?” ¡Anda, que vaya caraja
tienen algunas!
Bajamos por donde habíamos venido y subimos a Peña Vieja
todos menos Ana y Valle (que luego le quedaría un poco reparo no haberlo
hecho -pero las rodillas hay que cuidarlas-. Llegamos a Peña
Vieja, techo de Cantabria a las 16:21 h. La estrecha cumbre era
toda una pasada: la vista sobre los puertos de Áliva, impresionante, así
como de las decenas de otras cotas de los tres macizos de Picos de
Europa, sobre todo las principales del central (Pico Urriellu, Cerredo,
Llambrión, Torre Blanca, Tesorero, Remoña...). También veíamos Sotres y
Potes, aunque no pudimos ver el mar Cantábrico. Además, se nos iban los
ojos al sureste, donde el horizonte nos mostraba el cresterío de Fuentes
Carrionas, haciendo un recorrido visual de todas las cumbres que desde
aquí se ven: desde Curavacas a Espigüete pasando por Peña Prieta.
Nos encontramos a unos chavalotes vascos a los que animamos
a subir porque en el collado de la Canalona no sabían cuál era la peña y
cuando se lo indicamos les pareció una barbaridad. Sin embargo luego nos
juntamos arriba. A escasos 50 m. de la cumbre Vega no podía subir más
pues le daba vértigo. Lo pasó fatal... Estaba muy nervioso pero ha dicho
que lo tiene que subir como sea. “Las he pasado muy putas.... Miraba
para abajo, miraba para arriba y no sabía que sería peor...Vaya peñas
que había... Vaya precipicio... para habernos matado... y encima allí no
hay ni flores... Pero la excursión, muy bonita”. Su mujer, Ana
María, acabó muy bien, ya que ha ido siempre muy tranquila, a su ritmo,
a veces un poco aburrida por las esperas mientras los demás hacían la
cabra por arriba.
Maite, acostumbrada a esto del senderismo sube muy bien,
pero baja despacio. Sin embargo le acompaña pacientemente Mero, su
marido, que ya abajo, en la estación de Fuentedé, preguntaba a ver quién
había perdido aceite en la cabina del teleférico, y resulta que era
Rafa, que tenía una lata de refresco en la mano y la volcó al querer
coger algo de su mochila... ¡Vaya albañil, como haga así con la paleta!
El operario de la cabina estaba asustado de lo que voceábamos al
hablar... “¿Sois de Santander? Como gritáis tanto...” Ahora nos
enteramos algunos que los de Santander tiene esa fama, pero para que
sepa lo que es hablar alto habrá que conseguir que vengan juntos un día
Carmelo H, Chema, Morti y Fidelín.
A lo que vamos: Cuando ya estábamos bajando cerca de la Vueltona nos pilló David (17:39 h.). Depués llegarían Mari y Peina y más
tarde corriendo, los Gonzalo y Chatín. Mari no se cansaba de decir que
era una “Pasada de ruta” y Peina nos acompañó hasta el cruce de
los Jous de Lloroza para irse por la Jenduda con Ángeles que venía
corriendo también.
Las hermanas Luis, como decía Ana Mari, parecían estar todo
el día con prisa y “Es que no era nuestro ritmo” -decían-. La
verdad es que los que hacíamos la alternativa no éramos un grupo
homogéneo. Es decir, cada uno anda a un ritmo muy dispar y tiene
diferente resistencia en las subidas y bajadas, lo que hace que los que
van mejor tengan que andar esperando mucho. De todos modos Carmen e
Isabel se acloparon muy bien a lo que había y además, anduvieron 15 km.,
que tampoco está nada mal, teniendo en cuenta que hicieron la dos picos.
A las 18:50 ya estábamos dispuestos a coger el teleférico
otra vez para bajar.
Por su parte, los intrépidos aventureros que fueron al Urriellu, los valientes entusiastas que quisieron hacer la marcha más
dura fueron 18 montañeros más sus guías Jose Pastelero y Javi Rodríguez.
Cada uno hizo su propia valoración de la actividad. Opinaban en general
que había sido una “machada, ruta muy dura pero muy guapa” y
alguno: “Yo le he disfrutado más que un gocho en un patatal”. Sí,
además de las bonitas vistas, se han asombrado de ver a mucha gente
escalando el Urriellu. Era una pasada ver a tantos trepando, además de
los que estaban en el paraje del refugio de Vega Urriellu, de lo que
Rafa sintió envidia y escribió:
“Había muchísima gente escalando por
las paredes del Urriellu. Rodeando el Naranjo me he dado cuenta de lo
impresionante y EXCEPCIONAL que es. Y me pregunto: ¿Cómo será subirlo?”
(Conociéndole, me temo que ya está haciendo algún plan para intentarlo.)
Complicación especial fue para José Ramón, al que le resultó
un poco larga y lo ‘pasó’ mal en un ‘paso’ que no ‘pasó’ de Collada
Bonita. También el ‘Pastor de Ucieza’, como otros con la misma queja,
dice que había que haber calificado la actividad como “difícil”, no como
“media”. En ese paso no sabía si tirar para atrás, para adelante... se
quedó colgado hasta que le guiaron. Por ello dice que esto unido a la
subida a Horcados Rojos es de categoría difícil, “... una gesta ‘pofesional’,
que una cosa es que sea dura y que termines cansado, pero ésta era
hasta peligrosa”. Se le ha tratado de explicar que la clasificación
de las rutas es complicada y que siempre las protestas van al mismo... (¿Por
qué no se lo decís a vuestros guías Javi y Paste? No os comen... que a
parte de ser muy buenos atletas y montañeros, son muy sensatos y
comunicativos-).
Además, hay que saber esperar a las indicaciones y no
lanzarse como que fuera un campeonato. Ya sabemos que “quitando a
Gonzalo y a Chatín, esos que van a parte” hay que ser prudentes y
estar atentos, que no tenga que estar como en ocasiones Javi, de
sargento, porque cada uno iba por donde quería -sin ver peligro-.
De todos modos hay que reconocer que si una persona que anda
bien y está acostumbrado a ello dice que una ruta le ha parecido difícil
es que es lo es, sin dale más vueltas al asunto. Habría que intentar
leer bien los perfiles, el texto, el mapa, el enlace a Google, buscar en
foros... e intentar clasificarlas con sistemas como el
MIDE,
porque si no, cuando queramos subir al Llambrión, Torre Cerredo o
similares, ¿cómo se entenderá la clasificación que hagamos de ‘media’ o
‘difícil’, etc?
Por otra parte, además, el Pastor dice que “He disfrutado
porque por fin he visto sufrir a Cuchareto, que el día de Pico Murcia me
quemó nada más salir.” Y es que José Luis se había hecho 20 km. de
montaña el día anterior, y eso hace mella.
Bajaron por la Jenduda David, Peina, Mari Ángeles, Jose P,
Javi, Chatín, Zalo, Cuchareto y Michel.
Carmelo N estaba contrariado porque no pudo tomar una caña
ya que abajo se cierra la cafetería a las 18:00 h. (Impresionante,
una vez más) y en la cafetería de arriba del teleférico cuando pidió
una cerveza fría le dijeron que “fría no tenemos, sólo frescas”.
Pero estaba contento de lo bien que había respondido pues estos días
estaba de vacaciones y se había dedicado a hacer “sofing” y “siesting
extremo”. Le había parecido la ruta durísima (“horas y horas subiendo”),
más dura que la del Llambrión.
A Diego y Jorge lo que más les había gustado fue la trepada
al Collado de Horcados Rojos... “¡Ah! Y la de polar rosa que bajó a
su lado en el teleférico” (No vendrían muy cansados si tenían
ganas de ligar, aunque la zagala venía con los padres y les resultó
tarea imposible.)
Chatín, Gonzalo y David sin pudor alguno, se lavaron en la
fuente de Fuente Dé y cogieron las monedas que había en ella, esas que
la gente les da por echar para pedir deseos... Vamos ¡Ni que fuera esto
la Santina!
Al final, David hizo este resumen:
“La ruta ha estado muy bien, como era de esperar...
impresionante, y más con este buen tiempo. Y, -refiriéndose a Gonza y
Chatín- a estos dos jabalíes de bellota, como no les bastaba con hacer
toda la vuelta, además han subido a Peña Vieja y han bajado corriendo...
han subido a Horcados Rojos y han bajado corriendo, como en ellos es
habitual. Después hemos bajado por la Jenduda, no corriendo, pero
alegres también... Hubo un paso malo en la Collada Bonita, porque nos
metimos en el collado de la derecha en vez de el de la izquierda y había
tres o cuatro ahí que estaban dudando si bajar o no bajar por lo que
José Ramón se dio la vuelta y rodeó la aguja para descender por la otra
porque se puso nervioso... Michel y Raúl sí bajaron por ahí, con mucho
cuidado, y su cuñado Santi, que las ha pasado ‘putillas’ (que se la
había colocado otra vez su pariente, que le había dicho quera un sube y
baja, pero como una autopista)”
A las 19:15 horas salimos de Fuente Dé. Llegamos a Guardo a las 10. Unas cañas en el
TAPAS con unos suculentos pinchos, intercambio de fotos.... Y hasta la
próxima.
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Marcha
nocturna a Peña Mayor- 29.09.2012.-
☞
Guías Raúl M. y Javi R. Participaron 15
personas -10 socios-.
HORARIOS:
REFERENCIA |
2009 |
2010 |
2011 |
2012 |
Salida |
20:10 |
20:10 |
20:10 |
20:10 |
Campera Cantecín |
20:50 |
20:50 |
20:50 |
20:50 |
Cdo.
Pedro
Fernández |
21:25 |
21:20 |
21:20 |
21:22 |
Balcón de Judas |
22:05 |
22:10 |
22:10 |
21:57 |
Cdo Peña Mayor |
22:40 |
22:55 |
22:40 |
22:30 |
Peña Mayor |
22:55 |
23:05 |
22:55 |
22:45 |
Llegada a la Casona |
01:35 |
01:45 |
02:10
|
01:30 |
|
Al final
fuimos 15 montañeros + Chusqui, el perro de Tiago, que nos acompañó y se
comportó como un campeón. Habíamos quedado para salir a las 8 de la
tarde en el Monumento al Minero y hacía una buena tarde de
sábado, con
mucha gente paseando por lo que llamábamos la atención con nuestras
pintas de mochileros.
Aunque nunca se sabe la que haremos la próxima temporada,
por cuarto año consecutivo hemos subido a Peña Mayor aprovechando que se
ofrece Raúl de guía para esta actividad, que se conoce el terreno a
ciegas pues sube día sí y día también. Así y todo le tuvimos que ayudar
ya que le iba a acompañar Tuquines en esta labor pero no se presentó.
Podemos comparar los tiempos con años anteriores en el cuadro superior
(relativos ya que aunque el recorrido es más o menos el mismo, a
veces ha habido cambios: Por ejemplo estos dos últimos años hemos vuelto
por el Hoyal, que se tarda un poco más que por la pista del desvío al
Cdo de Pedro Fernández.)
Empezamos con un ritmo bastante alegre y luego tuvimos
que bajarlo un poco. Enseguida se hizo de noche y en la Fuente de la
Salud ya la luminosa luna llena nos alumbraría para regalarnos una
jornada espléndida de temperatura y de vistas, aunque esta vez no
parecía tan inmensa como otras veces.
Una vez llegamos al Balcón de Judas (para los
peñiegos) o la “Majadica el Roble” (para los velillenses), nos
detuvimos un rato para retomar las vistas hacia atrás y hacer alguna
foto en las ‘Peñascos de Caín’, desde donde empezamos la verdadera
ascensión. Quince minutos después nos pilló Gonzalo que llegaba tarde a
la cita porque venía de viaje y salió corriendo desde Guardo para
alcanzarnos. Nosotros no lo sabíamos y veíamos como una luz se nos
aproximaba a toda velocidad hasta que de repente, él... Zalo, que venía
corriendo. Sí, no podía ser otro: el corredor por montaña de nuestro
club, que había tardado en alcanzarnos 54', es decir, lo que nosotros
habíamos hecho en casi dos horas.
La subida fue bastante cómoda, eso sí, cada uno por un lado,
‘como el ejército de Pancho Villa’. Casi sin darnos cuenta llegamos a
la cumbre de la llamada Peña Mayor de Guardo. Era la vez que
menos frío nos hizo así es que cenamos allí, con ambiente relajado y
distendida conversación, mientras, como otros años, el horizonte nos
ofrecía “... luces dispersas de infinidad de pueblos que jugábamos a
adivinar en el mar de Palencia y algunos de León. Allá al fondo el
resplandor de la capital. Y más cerca, el parque eólico de la Vega-Valdavia
donde los aereogeneradores parecían ‘antidisturbios’ en la profunda
noche por el destellar de sus luces eclipsadas intermitentemente por el
paso de sus palas.”
Mero se interesaba por la forma de llegar desde aquí a Villafría de la Peña. Le explicamos que no es difícil ya que es seguir
la cuerda hasta el Fraile y seguido Peña La Virgen, o sin llegar a ésta,
bajar por San Román entre otras posibilidades. Así es que ¿Dónde vas,
Baldomero?
La bajada fue bastante rápida por la valleja, y de
celebrar, pues era la primera vez que iríamos todos juntos hasta Guardo,
llegando a la plateresca fachada de la Casa Grande a la 1:30 de
la madrugada con la habitual foto de familia.
Este año el grupo ha sido más igualado y prácticamente no
ha habido que esperar por nadie, por eso hemos batido el tiempo de
regreso.
Y después, un rato de asueto en el XL, bar de copas que
tenía poca gente para ser sábado, lo que nos hizo debatir sobre la
situación actual de la economía del país....
Patri, la colega del Otero que trajo Rita es la primera vez
que viene con nosotros, pero ya está acostumbrada a hacer montaña,
aunque no de noche (¡Y los demás, tampoco, suponemos!).
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Bosque
de Hormas
- 07.12.2012.-
☞
Guías: Jose P, Javi R y
Josea
B.
Participación: 16
(12 socios). Salida a las 8:00 h.
Comenzamos a andar en Vegacerneja a las 9 de la mañana, con fuerte ritmo
impuesto por Hompa. Se iba notando cada vez más el día caluroso que nos
esperaba y empezaban a sobrar prendas... Tras 50 minutos en 3 km. de
subida, con una pendiente del 11 %, cuando ya habíamos llegado a los
praderíos de Peña Mura, antes de ir hacia la torreta de incendios, y
mientras admirábamos el paisaje del pantano de Riaño envuelto en una
densa niebla del que sobresalían sus picos y los del zona del Pando,
apareció un guarda que nos avisó de la imposibilidad de seguir nuestro
trayecto por la Sierra de Hormas ya que la había ‘tomado’ una cacería. A
pesar de ser norma no habían puesto señal alguna, pero tampoco nosotros
teníamos el correspondiente permiso que pedimos cuando como grupo
transitamos por parques y reservas, ya que significa mucho papeleo y más
trabajo añadido para los que altruistamente se dedican a la ‘noble
tarea’ de dar a conocer a los demás los espléndidos parajes montanos con
el lema de “Un día de sendero, una semana de salud” -como reza a la
entrada de los Campos de la Peña de Guardo. (Parece mentira que en la
era digital no existan medios más cercanos y evidentes de conseguir
estas autorizaciones...)
Este año ya llevamos cinco actividades modificadas o a medio hacer: las
Peña Labra, el Circo de Valdetriollo y Circo Tosande -por mal tiempo- y
Barmiedo/Murcia más ésta, por la caza. Buscando el lado positivo,
siempre nos queda la posibilidad de poner estas salidas en el calendario
de la próxima temporada y no tener que ‘rompernos la cabeza’ de buscar
otras...
Pero, a lo que vamos: Total, que teníamos que darnos la vuelta y no era
plan. Así es que pusimos la máquina de pensar a toda velocidad para
encontrar una salida a airosa a esta situación imprevista y hacer otra
ruta alternativa, nuestra excursión dominguera. El mismo guarda nos dio
indicios y decidimos dirigirnos a la zona el Roblón de la Villa a través
del impresionante y restringido Bosque de Hormas (del que destaca el
urogallo, que no vimos).
Además, a pesar de la contrariedad, aunque no hicimos la
esperada sierra, no nos podemos quejar en cuanto a las vistas, el
ambiente y la buena compañía, así como del trabajo físico, porque al
final hemos hecho 22 km., 2 más que si fuera la ruta cimera, con un
desnivel acumulado de ascensión de 1050 m., igual que de descenso, más o
menos parecido al de la ruta prevista: Era un subir y bajar continuo por
el monte.
Bajamos a la cola del pantano para pasar por Éscaro, pueblo
desaparecido en 1987 bajo las aguas del embalse (Coincide que
Salvador, uno de los montañeros de hoy, es oriundo de este pueblo del
que marchó a los 7 años.). Dejando Éscaro comenzamos una pindia
subida por senda hasta encontrarnos con una pista que nos llevaba a otra
torreta de incendios, donde nos hicimos fotos de grupo como si de un
montaje cinematográfico se tratara.
A veces no podíamos ubicar muy bien el lugar exacto donde
estábamos y habíamos de ‘tirar’ del mapa. Pero nunca estuvimos perdidos
ya que teníamos muchas referencias. Bajamos por la pista a un bonito
pastizal y arroyo, brazo del blindado río Hormas que está más
abajo y al que no llegamos, sino que subimos por una pindio camino de
entresaca de madera para adentrarnos en el bosque donde en lo más
recóndito de él hemos ido encontrando rincones de mágica riqueza: Aparte
de otros ejemplares como acebales, estuvimos en colonias de viejos
robles que pareciera nos estaban esperando para hacernos protagonistas
en un cuento encantado. Aquí nos explayamos en el reportaje fotográfico,
especialmente Nacho,
(que ya vino con nosotros a la de
La Uña - Arcenorio - Monte Peloño -
Peñasubes - Puente Güera 19.10.2008) y
del
que dicen ya ha ganado premios (Por eso Rita se iba cambiando de
modelo). En esta fábula el guionista no me avisó que algún tentáculo
hambriento de las escobas arrebató al narrador de esta historia su
típico pañuelo pirata de la frente, del que ya no se ha vuelto a saber
(¡Ojalá sea un buen presagio este regalo perdido en el paraje
inaccesible y le sirva de presente a algún gnomo!).
Todo era subir y subir, buscando sendas hasta el sestil del
que según el mapa tenía que salir una pista para acercarnos al valle de
Remuela, cosa que así ocurrió y ya, con el sosiego de saber por dónde
íbamos a continuar, nos dimos a eso de la comida a las 13:40 h. Después
de bajar a la valleja inicial del río Hormas subimos por la pista que
viene de Boca a un claro del declive de la Sierra, donde la pista
continúa a Espejos de la Reina. Es un lugar con unas vistas
espectaculares y querían que le pusiéramos nombre, pero es mejor
preguntar a los lugareños para no distorsionar la microtoponimia.
Decidimos realizar una bajada trepidante por cortafuegos hasta la
Campera de Jollampo, otro mirador natural, y de ahí al Roblón de la
Villa, rodeado de monte quemado (Cuentan que cuando acaeció el
incendio, el alcalde puso día y noche a un camión vertiendo agua sobre
el roble para protegerlo de la quema.). Acabada la sesión de
bucólicas fotos seguimos por el valle Remuela para llegar a Boca de
Huérgano, La Villa, a las 16:10 h. Pudimos comprar sobados y
sequillos para tomar un rico café en la terraza del hotel.
Llegados a Guardo nos aplicamos a la rutinaria tarea de
intercambio de las fotos de las cámaras mientras tomábamos un refresco
invitados por Mariena en el Tapas, donde estaban preparando las
mesas para el “clásico” (Primer partido de la liga de la temporada
2012-13 entre el Barcelona y el Madrid que casi nadie se quería perder y
que con resultado final de 2-2 se dice que resultaría un espectáculo
homenaje a la deportividad y al fútbol.)
Esperamos que no le haya parecido una chapuza de
organización a Carmen, la chica de Saldaña, de Báscones de Ojeda en
realidad, que encontramos una vez en el Espigüete y que luego nos ha
acompañado en dos rutas, aunque ésta es la primera vez que viene en el
autobús. Parece que lo pasó ‘fetén’ ya que se iba abrazando a cada
roblón que encontraba para que le transmitiera energía positiva.
Por su parte Aurelio tenía un día sembrado, hablando de
cantautores y guitarreros, ya que le ha dado ahora por ahí, y quiere que
le adiestremos también en esta práctica...
Mariena que ha venido extasiada de los románticos rincones
encontrados, quiere enviar una invitación a todo el mundo para que “se
pierdan” por nuestros montes porque se pueden encontrar unas
maravillosas plantas y si van en silencio, disfrutarán de su bonita
fauna.... que lo bonito es perderse y no hace falta ir a Pirineos, que
lo tenemos bien cerca.
También participaron los Bustamante: Manuel y su sobrino
Francisco Arranz, de unos 12 años, que ya ha venido una vez a Picos y
otra a la Senda de Escultor, por lo que cuando nos llamó su madre a ver
si esta ruta la aguantaba, no tuvimos reparo alguno en admitirle. Quico
ha acabado muy cansado, pero ya está pensando en la próxima salida y
seguro que el que más va a disfrutar cuando vea las fotos, va a ser su
padre Adolfo, el amigo infografista que anda trabajando por allá, en
Hong Kong.
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Monte Salcedillo.-
20.10.2012.-
☞
Participaron 16 personas (13 socios). Salida a las 9:00 h -
Guías: Jose
P, Javi R y Jose B
No
veíamos durante la semana crecer la lista de los inscritos a la
actividad y llegado el viernes tuvimos que suspender el viaje en autobús
y preparar la salida en nuestros coches. Es que después de unos meses de
sequía había estado lloviendo toda la semana. De hecho el domingo
anterior fui a hacer una foto al monte desde la Sierra de Híjar y
granizó, nevó más todas las inclemencias que uno se pueda imaginar.
En todos los partes daba chubascos para este día, así es que no sabíamos
lo que nos iba a deparar el tiempo. Por si fuera poco es época de
cacerías y aunque había dicho el Guarda Mayor que había una batida el
día anterior, no las teníamos todas con nosotros. Tuvimos un curioso
correo: “Hola. Soy Maite. Como mañana no puedo ir con vosotros, esta
mañana decidí ir a ver los roblones pero había caza, o sea que igual
tenéis que buscar un plan alternativo.” Al final nuestros temores se
disiparon y tendríamos un día de calor, incluso de sensación de
bochorno por la humedad reinante.
Comenzamos a andar a las 10:22 del Alto de los Grullos y al
llegar al Chozo de Tonino explicamos que era un pequeño refugio
de los maquis durante la Guerra Civil. A alguien se le ocurrió preguntar
qué era eso de “maqui”, a lo que otro no tardó en contestar:
“Un terrorista”... Se empezaba a generar una discusión que hubo de
zanjar cuanto antes, porque aquí en seguida se le ve el plumero a cada
cual y pueden surgir enfrentamientos no deseados, ya que pretendemos que
esto sea sólo un club de montaña, nada más... Por lo demás, cada uno a
la suyo, sin meterse con nadie y sin romper la buena cohesión de
montañeros... Que alguno lleva la bandera española con orgullo de
pertenecer a un país de chorizos... allá él... Que a otros, sin dejar de
sentirnos españoles no nos gusta ir por ahí aireando nuestra vergüenza,
allá nosotros... Que haya paz,
que es más lo que nos une que lo que nos separa...
A lo que
vamos. Subimos a la cuerda del Pical, parque eólico y de ahí, como el
personal iba bien, seguimos los aerogeneradores hasta el Alto del Pical,
modificando la ruta prevista una vez más (Haríamos en total 22 km.,
seis de propina). Bajamos a Valberzoso para ver el Roblón del
Escurridero y continuar parte de la ruta Valberzoso-Collado de
Somahoz hasta el puente Rojadillo, donde nos encontramos al
cantautor guardense Javi Castrillo, que estaba a setas con su mujer y
amigos... Mira por donde que Aureilio que llevaba tiempo queriendo
conocerle, tuvo la oportunidad.
Y hablando de Aurelio, El Canario, como le llama Carmelo,
iba “como las paisanas, con los pies fríos” todo el tiempo, ‘quejándose’
de que parábamos mucho... Y es que era un día para-parar, ya que aunque
las nubes no nos dejaban apreciar horizontes lejanos, íbamos por un
bosque mágico, convirtiéndose en una excursión micológica, donde los
expertos pudieron hacer acopio de varios tipos de setas.
Manuel, que se trajo otra vez a su sobrino Quico, iba dando
buena cuenta de una bolsona de Wasabi (Llamado mostaza japonesa, la
bola de este picante oriental es de color verde pistacho y su
sabor no tiene nada que ver con el de otros alimentos picantes.).
Así es que iba ‘como un cohete’.
Del puente seguimos unos metros por la senda del río para
comer a las 14:30 h. Después, Paste y Cuchareto fueron al Collado de
Somahoz para ver el puerto de la Palombera y el Valle de Campoo. Otros
fuimos por la pista “Camino de la Mata de Hoz”. Y el gran grupo,
siguieron a Javi por la senda del Camesa, donde disfrutaron a tope de su
ribera. Decía Carmelo N que “La ruta del río Camesa, una ruta
tóxica... No había más que amanitas y muscarias... lleno por todos los
lados... increíble.”
Este paisaje y ambiente otoñal de encanto daba lugar a veces
a comentarios de arpías y brujas, otros un poco agoreros, macabros,
diría yo... Hasta Quico nos preguntó una vez si las había palmado ya
alguien del Club de Montaña.
A las 15:50 ya estábamos en el pueblo y poco después
llegarían los demás... Tras un buen café y refrigerio en El Calderón,
regentado por una persona un tanto especial, nos dimos a la salida
pasando por el bonito paraje de la iglesia para volver al Alto de los
Grullos.
Y como nos parecía poco, al llegar a este collado, menos los
conductores, los demás bajamos andando por el tramo de GR 1 a Brañosera,
donde llegamos a las 17:43 h para meternos en un pintoresco bar. Éste,
“Mesón Cueva del Cobre” nos entretuvo con su impresionante
colección de telares y cacharros, objetos variopintos, que a modo de
museo etnográfico adornan todo el recinto, aparentemente sin orden ni
sentido (que a buen seguro lo habrá).
Mercedes, La Madrileña, que se enteró de la ruta por internet y que ni corta ni perezosa, se apuntó a la salida, lo había
pasado bien, aunque alguna vez se quedó atascada en los zarzales, pero
demostrando su valentía por venir con gente que no conoce, salió airosa
y fue tomando confianza a medida que nos iba conociendo, sobre todo con
Cuchareto, que hizo los honores y se portó como buen mecenas... nos
decía a la vuelta, mientras Quico dormía: “La excursión me parece
muy bonita. Un paisaje estupendo. Muy buen ambiente entre los
montañeros, divertido, distendido y campechano. El tiempo muy otoñal, y
lo único que he sentido es que la niebla no dejaba ver y disfrutar del
paisaje... Pero ha salido el arco iris, y eso me ha gustado... Así es
que nada... un diez para la ruta.”
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La
Uña - Oseja de Sajambre
04.11.2012.-
☞
Participaron 21 personas
(15 socios). Salida a las 8:00 h Guías: Jose P y Javi
R
Partimos de la Uña a las 9:10. No se presentaba mal del todo
el día y los seis primeros kms transcurrieron sin problema alguno, salvo
las normales correcciones a Raúl y compañía, que acostumbran a ir a su
aire hasta que se les hace regresar con el resto del personal. La subida
se hacía larga por la pradera del arroyo Carcedo y daba pie a animadas
conversaciones. Sara, por ejemplo, se regocijaba en recordar su época de
estudiante allá por los primeros años de la década de los 80, cuando le
habíamos dado clases de inglés en 1º de Primaria, en la época del osito
Muzzy, peluche extraterrestre verde.
El Pastor de Ucieza nos venía metiendo cizaña con que un
pariente suyo le dice que se ha equivocado de club, que es mejor el del
Barruelo... No entrábamos al trapo ya que no tenemos nada en contra de
otros clubes, sino todo lo contrario. Pero sí nos duelen estos
comentarios ya que ponemos todo el esfuerzo posible en que nuestra
asociación funcione y en buena armonía, con una veintena de salidas al
año. Lo que ocurre es que no proponemos las actividades para los
foráneos, que también son bienvenidos, sino para los de casa, que
bastante desasistidos estamos... (En fin, mejor aparcar este tema.)
Al llegar a la collada de Valdemagán se acabaron las
alegrías. Se metería una densa niebla, gran y malvada protagonista del
día de hoy, que ya no nos dejaría hasta la llegada a Oseja, siete horas
después. Cambiar de plan acá arriba era problemático, así es que
decidimos continuar... Carmelo Hompa comenzaba a protestarle a Javi,
sin llegar a más...
La subida al Cerro del Porro o Peña Negra, según qué mapa,
era espectacular por su estrecha cuerda, a veces tan pindia que había
que hacer uso de las manos. Una pena que no teníamos visión del entorno.
Llegamos a esta cota a las 11:38 y nos hicimos la foto de familia y poco
más, porque poco más podíamos ver, tan sólo imaginar la belleza que nos
estábamos perdiendo.
Comenzamos un vertiginoso descenso por una arista de la peña
para después equivocarnos en una senda de ganado que nos llevó por
varios destrepes a un punto donde no teníamos claro dónde estábamos. Los
guías supieron rectificar a tiempo y salir airosos de este imprevisto.
Tras tirar de mapa y brújula nos hicieron subir de nuevo al cordel con
una extraordinaria trepada agarrándonos con uñas y dientes a la
vegetación.
Solucionado el despiste subimos a Peña Prieta (en diferentes
mapas: ‘Peña Negra’), donde llegamos a las 13:43. Comenzamos la bajada,
con lluvia incluida, de regalo, y ‘a salto de mata’ hacia unos chozos
caídos que podíamos ver al Este, para coger una senda por el Río del Zalambral que lleva a la Central Hidroeléctrica de Pío. Este tramo
tampoco fue muy saludable: La bajada por los resbaleros del hayedo
hacía que más de una vez nos diéramos alguna culada. Además a veces
metíamos hasta adentro nuestras botas en el fango del encenagado camino.
En esta factoría comimos como pudimos, allá por las 4 de la
tarde, unos en un bebedero y otros en un pajar... y después ya, por fin
una tranquila pista, alfombra de nueces, pasando por las localidades de
Pío y Vierdes para llegar casi de noche a Oseja, a las 18:18, viendo al
SW dónde habíamos estado, arriba, que ahora se aparecía nevado....
A veces, íbamos tan cansados que no sabíamos ni nuestro
nombre. La verdad es que no nos preocupaba mucho el hecho de perdernos,
porque al final siempre resolvemos este tipo de handicap. Lo que nos
preocupaba era que nos aguantaran las fuerzas. Raúl decía que no quería
comer hasta que no se viera fuera de peligro...
En definitiva, que habíamos empleado nueve horas en andar 18 km., sin descanso, lo que nos puede dar una idea de lo que había sido la
excursión... fácil de hacer por otra parte si no nos hubiéramos
equivocado en aquella dichosa senda de ganado entre la niebla.
Menos mal que pudimos contactar con Roberto, el del autobús,
para decirle que llegaríamos más tarde, hora y media después de la que
habíamos quedado con él. Quizás por eso nos llevó de regreso a Guardo a
toda la velocidad: Todos ‘acojonados’ y muchos mareados, incluso David,
que nuca se marea. Habíamos salido de Oseja a las 7:30 para llegar a las
8:30 a Guardo, toda una ¿gesta?
Pero a pesar de las calamidades pasadas, desgaste
físico, el frío... mojados la mayor parte del tiempo..., al final, como
siempre cuando se sale de un apuro, uno acaba contento. Sin embargo
hemos de hacer un alarde de honestidad y poner aquí los comentarios y
sensaciones de nuestros montañeros, inmortalizados en una grabadora en
la que casi todos querían dejar plasmada su opinión por lo que movían la
cabeza como si de un partido de tenis se tratara en busca del aparato,
como que se la iban a comer por su ansias de manifestarse:
- Para Raúl la experiencia fue más costosa porque había estado de juerga
y creía que hoy iba a ser un paseo... De todos modos agradeció a los
guías que nos supieron sacar bien del lío...
- Carmelo H.: “Una ruta que salió bien después del fregado en el que
nos hemos metido, que a poco más nos vemos todavía por ahí dando
vueltas. Hay que respetar los ‘planings’ que se ponen en internet...
porque la gente se hace una idea de lo que va a ser y si después
cambiamos como hemos hecho hoy que es para estar muy preparados. La
gente viene engañada y hoy resulta que han venido también niños con
nosotros.”
- Tiago “Cojonuda... Casi hemos estado en el Everest... ¡Cabuen
diez!”
- Para Mayte (Llamada por sus alumnos Beetlejuice, en honor a
Winona Ryder, protagonista femenina de esta película de humor negro):
“A ratos mal, pero otros bien...”
- A José Ramón le vino genial la ruta, porque iba lumbalgiado y tenía
miedo de que le tuvieran que llevar en camilla. Sin embargo parecía que
se le había quitado, quizás porque pudo descargar la tensión acumulada
con tanto sobresalto.
- El Pastor de Ucieza decía “Como siempre ponéis fácil y luego
resulta que es difícil... hemos tenido ahí unos momentos de
incertidumbre, pero al final bien.”
- Para Miguel Ángel, ‘sobrao’ él, “Un día de campo, exceptuando el
paisaje que no hemos visto.... Hemos hecho 18 km.: dos de ellos a gatas”
- Sara, que no sabemos si venía tan cansada que deliraba, decía:
“Quiero patentar una nueva modalidad de escalada que invitamos a no
probar y que sería para paralímpicos
(porque al final vamos a quedar todos lisiados), que es la ‘Escalada en
Brezo’, modalidad que tiene por objetivo la supervivencia, porque o
escalas o te caes para abajo, requiere una técnica muy depurada y una
fortaleza física extraordinaria... Las hemos pasado canutas pero hemos
sobrevivido, que es lo que cuenta”. Quiero aprovechar para hacer
propaganda de un Disco Posavasos de su banda New-sic que están grabando
de metal rock, bueno para escucharlo antes de ir al monte...
Próximamente en las perores tiendas y en los bares más crápulas
(viciosos) de todo Guardo, exceptuando los ‘Bajos’...”
- El Peina, muy dado a poner sobrenombres, y que llama al que escribe
esta crónica como ‘Baquiano indignado’ o ‘Mou’ por estar tomando
continuas notas en su libreta (por lo del entrenador Mourinho
-desafortunada comparación, por cierto-), decía: “Se han librado
los guías de milagro.... Casi cobran... aunque todavía están a tiempo”.
- Mari, también ‘sobrao’ él: “Una experiencia única... una
pasada. La pena la niebla y la lluvia”
- Hoy venía Manuel con los dos chavales de 12 años, Diego y Quico. Diego
dice que no vuelve más (Y le creemos en principio, aunque seguro que
pronto le vemos de nuevo) y su primo Quico, que ya es un veterano
con nosotros, venía todo entusiasmado: no sabemos si del cansancio o de
los sustos superados y comentaba que “Me gustó mucho la ruta.... la
montaña, la niebla y todo eso... y sobre todo los ‘bresos’...” y
para que todo el mundo le oyera, gritaba: “¡Lo que menos me ha
gustado ha sido bajar mojado, porque es incómodo y paso frío... Y Además
he pasado mucho hambre!” Dice que también quiere ser guía de alguna
ruta... como sumándose a la protesta y queriéndonos dar a entender que
puede ser guía cualquiera.
- Manuel: “A los guías había que colgarles... que hay GPS,
satélites.....”
- Mientras tanto el Pate decía “... colgarles una
medalla”.
- Manuel “Sí, de los huevillos”
- Paste, sin palabras, nos enseñaba la brújula y decía al final:
“Éste es mi dios, no otro” (Y es que le ha sacado de muchos apuros,
como en esta ocasión, que íbamos a un valle equivocado.
Y al final la
típica discusión sobre si era fácil o difícil la ruta, por lo que Mari
volvió a decir: “Hay que reconocer que si viene alguien hoy nuevo y ve
que hemos catalogado ‘dificultad fácil’, se quedaría asombrado
discurriendo cómo podría ser la difícil.”
En fin, que no nos queda más remedio que ‘envainárnosla’.
Pero para quitar hierro al asunto, o echar más leña al fuego ahí va:
Creemos que la ruta no ha sido fácil ni difícil... sino que más bien
diríamos ‘laboriosa’ para probar el nuevo GPS -Dakota- que ha adquirido
David Macho.
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Albergue Llánaves
de la Reina 17 y 18 nov 12.
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Participaron
15 personas
(13 socios). Salida a las
9:00 h
Responsable: Josea
B.
Faltaba una semana
y ya éramos 17 apuntados. Parecía que íbamos a batir el record de
asistencia en este tipo de actividades, pero la salud, el mal tiempo y
los compromisos laborales hicieron que al final sólo fuéramos 14 además
de Morti, que se sumó el domingo.
El albergue está en el centro de Llánaves de la Reina,
propiedad de la Junta Municipal, en muy buen estado, con calefacción,
chimenea, agua caliente, etc., es decir todo lo necesario para pasar un
buen fin de semana. Habíamos estado detrás de contratar este refugio
desde julio, que estaba ocupado por unos pastores de la trashumancia de
Cáceres que tenían alquilados los puertos del municipio hasta que
entrara el mal tiempo y regresaran a Extremadura. Al final, tras varios
viajes y llamadas lo conseguimos y no nos podemos arrepentir.
Salimos de Guardo a las 9:00 y el tiempo no podía tener peor
pelaje y en efecto, estuvo lloviendo toda la mañana. Comenzamos la ruta
prevista a las 11:00 h. pero enseguida Vicky, Pedro y sus respectivas
niñas tuvieron que darse la vuelta y quedarse en el albergue. Para
entonces ya había traído Javi de Guardo la leña que habíamos estado
haciendo la semana anterior, así es que estuvieron a sus anchas.
Los demás comenzamos la ruta hacia las Peñas Vallines.
Llegamos al Pozo Butrero a las 13:00 h. Había dejado de llover pero se
nos echó la niebla encima y no pudimos subir a los picos. Para darle un
poco más de carácter de aventura, bajamos por el emisario (salida del
agua del lago) y después por la pista de la izquierda hacia el
Puente Mayor en la carretera. A las 2 de la tarde llegamos a un refugio
encima de una loma donde comimos bastante deprisa porque nos quedábamos
fríos.
Llegamos al albergue a las 15:40 h. y como el hotel de Llánaves estaba cerrado, fuimos a Portilla a tomar un refrigerio donde
nos liamos un buen rato hablando de motores y camiones con el camarero
que regentaba el bar, que a su vez es conductor de autobuses.
A las 21:30 llegó el momento de la esperada cena preparada
por Vicky que esta vez nos sorprendería con un Arroz a la Cubana
y unas riquísimas Albóndigas (¡Quién iba a decirnos que nos
iban a gustar tanto unas simples bolas de carne!). Después, la
correspondiente Queimada del Pastelero, con el ritual
correspondiente en castellano y en gallego.
Allá por las 2 de la mañana llegó la hora de acostarse y la
noche resultó para algunos bien, para otros de mucho calor y para otros
de... musicales y sincrónicos ronquidos.
Carmelo y Zalo se levantaron muy pronto y salieron a dar un
paseo. Así es que a las 7:30 ya estábamos arriba algunos, como el Peina
que como metió tanto ruido Carmelo al levantarse, pensó que ya habían
‘tocado a diana’ y se puso a encender la lumbre y a sus inimaginables
labores domésticas... (Ahora todos le quieren de pareja...)...
(¡Vale que sí! Que Zalo y René también hicieron los honores de darle
al fregadero por la noche...).
Fuimos a buscar pan a La Villa y cuando volvimos ya estaban
desayunando el preciado chocolate del Patelero.
En seguida llegó Morti, a las 10:00. Y mientras se preparaba
para cocinar, agujetas de pelar patatas incluidas, nos dispusimos para
dar la vuelta dominguera. A las 10:30 unos salimos con las niñas a ver
el mirador de Yesba y su oso amoroso, que gustó, aunque ne se pudo ver
nada por la niebla. Los demás con el hoy lumbociático pero duro
Pastelero, hicieron algo de la cresta de la Sierra Orpiñas y su arroyo,
al que bajaron ‘a salto de mata’ por lo que no pudieron ver la cueva de
Orpiñas. Aprovecharon para descender a ver lo de las aguas sulfurosas
menos Carmelo, que se había ‘perjudicado’ por la tarde-noche anterior, y
su sobrino Alex que se quedó cuidándole... aunque estas aguas seguro que
le habían venido bien para eso de la resaca...
Llegó la hora de volver al refugio a darnos un buen lote de
las Patatas con Costilla que había preparado Morti, más una
deliciosa tarta de Juli, que nos visitó junto con Javi allá por
las 4 de la tarde, a la hora del café, para ver si habíamos dado buena
cuenta de su magistral dulce.
Después llegó la hora de repartirnos las viandas que habían
sobrado y de la limpieza del albergue, que incluso resultó divertido
como algo más de este variado menú de atracciones que hemos tenido
durante el fin de semana. Haciendo mención especial al buen
comportamiento y lo que han disfrutado las 4 niñas-cacahuete que han
estado con nosotros, las socias más jovencitas del club -de 4, 5, 6 y 7-
años, va a ser difícil superar esta convivencia cuando la hagamos en
estas mismas fechas dentro de un año. (Si alguien quiere
añadir o comentar algo en cualquier crónica, escribir cuatro líneas al correo)
(bardasc@hotmail.com)
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